Rusia y Estados Unidos han avanzado en un plan para la paz en Ucrania sin contar con Kiev. Según personas familiarizadas con las conversaciones, la iniciativa otorgaría al Kremlin partes del este de Ucrania que actualmente no controla, a cambio de una garantía de seguridad estadounidense para Ucrania y Europa contra futuras agresiones rusas. El plan, de 28 puntos, daría a Vladímir Putin el control de facto de Luhansk y Donetsk, a pesar de que Ucrania todavía controla alrededor del 12% de ese territorio, según los primeros detalles publicados en Financial Times y Axios.
Según el plan auspiciado por Donald Trump, Estados Unidos y otros países reconocerían Crimea y el Donbás como territorio ruso legítimo, pero no se le pediría a Ucrania que lo hiciera. Un funcionario ucraniano afirmó que el plan también incluía limitar en el tamaño del Ejército ucraniano y su poder armamentístico a cambio de garantías de seguridad estadounidenses. No se han divulgado los detalles sobre qué implicarían esas hipotéticas garantías.
Las primeras informaciones apuntan a que los funcionarios que han formado parte del borrador del proyecto de paz han pedido al presidente Volodímir Zelenski que acepte las condiciones. Dos fuentes cercanas a las conversaciones añadieron que Qatar y Turquía están involucrados en la elaboración de la iniciativa.
Uno de los puntos más conflictivos del posible acuerdo, todavía en negociaciones, es que Estados Unidos retiraría su asistencia militar, que ha sido vital para la defensa de Ucrania. Este escenario dejaría al país vulnerable ante una futura agresión rusa, a pesar de las promesas de Washington sobre las garantías de seguridad una vez acordado un pacto de paz.
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Europa Press
Supuestamente, los planes se basan en el plan que Trump negoció recientemente para lograr la paz en Gaza. Dicha propuesta fue aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU, a pesar de las reticencias de Hamás y de las críticas de varios gobiernos por favorecer a Israel.
Funcionarios ucranianos confirmaron que habían sido informados de los planes de Washington para preparar una nueva propuesta de paz. El enviado especial estadounidense, Steve Witkoff, se reunió con el asesor de seguridad nacional de Zelenski, Rustem Umerov, a principios de esta semana para comentarle las primeras conclusiones del plan, según las mismas fuentes.
Como parte del apoyo turco a la iniciativa de paz de Trump, Witkoff planeaba visitar Ankara este miércoles y celebrar una reunión trilateral con Zelenski y el ministro de Relaciones Exteriores turco, Hakan Fidan. Finalmente, la reunión se pospuso porque el presidente ucraniano dejó claro que no estaba de acuerdo con el plan de 28 puntos. Zelenski, sin embargo, viajó a Ankara con otra iniciativa de paz elaborada con socios europeos.
Esta otra propuesta tiene muy pocas posibilidades de ser aceptada por Moscú porque no incluye las condiciones que Rusia considera indispensables, como la cesión de los territorios del Donbás o una garantía de que Ucrania no formará parte de la OTAN después de la guerra. Un funcionario estadounidense añadió que otro de los motivos por los cuales no se celebró la reunión en Turquía fue el escándalo de corrupción que ha salpicado al entorno más íntimo de Zelenski.
‘En manos de Zelenski’
La propuesta, por ahora, no son buenas noticias para Ucrania. Más allá de las cuestiones militares, el plan de 28 puntos incluye que el ruso sea reconocido como el idioma oficial del país y otorgar el estatus oficial a la rama local de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Las primeras reacciones a la iniciativa de Estados Unidos y Rusia apuntaron que estaba «fuertemente inclinada a favor de Rusia». Varios funcionarios ucranianos afirmaron para Financial Times que el plan estaba alineado con las exigencias más maximalistas del Kremlin y que los puntos filtrados no son un punto de partida en el camino hacia la paz. Hasta el momento, ni Moscú ni Washington han dado más detalles sobre su propuesta de paz. La Unión Europea, que no habría sido consultada sobre el plan, tampoco ha emitido ninguna declaración.
Por su parte, algunas de las fuentes consultadas sostienen que Witkoff elaboró la propuesta en estrecha coordinación con su homólogo ruso, Kirill Dmitriev. «Sentimos que la posición rusa está siendo escuchada de verdad», declaró Dmitriev.
Los próximos pasos, según un funcionario de Estados Unidos, dependen del presidente ucraniano, a pesar de no haber sido consultado sobre los 28 puntos que componen el plan de Donald Trump y Vladímir Putin. «Ahora vamos a esperar. La decisión está en manos de Zelenski«, declaró el funcionario estadounidense.
Rusia y Estados Unidos han avanzado en un plan para la paz en Ucrania sin contar con Kiev. Según personas familiarizadas con las conversaciones, la iniciativa otorgaría al Kremlin partes del este de Ucrania que actualmente no controla, a cambio de una garantía de seguridad estadounidense para Ucrania y Europa contra futuras agresiones rusas. El plan, de 28 puntos, daría a Vladímir Putin el control de facto de Luhansk y Donetsk, a pesar de que Ucrania todavía controla alrededor del 12% de ese territorio, según los primeros detalles publicados en Financial Times y Axios.