El extécnico azulgrana explicó cómo descubrió al joven extremo cuando jugaba en La Torreta y recordó detalles de aquel primer encuentro, incluida la peculiar forma de caminar que tenía entonces. El Barcelona aceleró su fichaje antes de que el club de La Roca del Vallès iniciara su colaboración con el Espanyol
El camino de Lamine Yamal hacia el Barcelona tuvo un punto de inflexión marcado por la figura de Jordi Roura. El exentrenador azulgrana fue quien detectó al futbolista cuando aún pertenecía a La Torreta, un club de la Roca del Vallès, y lo acercó a la estructura formativa del Barça. En una entrevista en El Planter de Radio Igualada, Roura recordó cómo llamó su atención un niño que se comportaba de forma distinta al resto durante los partidos.
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«Los hay que tienen algo especial. Lamine Yamal, cuando era pequeño todos iban tras el balón y él no…», evocó. Aquella actitud, que le hacía preguntarse «¿cojones, este no va?», contrastaba con lo que sucedía cuando el balón llegaba a sus pies. «Cabrón, algo entendía», añadió, al explicar que solía resolver sus acciones con gol. Sus palabras describen un perfil precoz que destacaba por la lectura del juego y la eficacia, incluso en edades muy tempranas.

Roura aportó además un detalle físico que le llamó la atención en aquel primer encuentro con el extremo. «Cuando lo fichamos caminaba un poco raro, con las piernas un poco torcidas», desveló. Esa primera impresión convivió con la certeza de estar ante un jugador que marcaba diferencias en su categoría.
Una prueba decisiva acelerada por el Barcelona
El fichaje de Lamine Yamal por el Barcelona se concretó tras una prueba realizada en 2015. El club azulgrana envió un correo para adelantar ese test antes de que La Torreta iniciara su vinculación formal con el Espanyol. Ese acuerdo, de haberse cerrado antes, podría haber conducido al joven jugador hacia el conjunto blanquiazul. La situación llevó al Barcelona a actuar con rapidez para no perder la oportunidad de incorporar a uno de los talentos emergentes de la zona.

El medio Jijantes publicó el correo que en su momento envió Óscar Hernández, coordinador de prebenjamines del club azulgrana. En él se solicitaba acelerar la llegada del futbolista a la Ciudad Deportiva para completar la prueba antes de que se formalizara la colaboración entre La Torreta y el Espanyol. Ese paso resultó clave para que el joven extremo ingresara en la Masía.
La visión técnica que confirmó el potencial de Lamine Yamal
Óscar Hernández profundizó en cómo se tomó la decisión. Explicó que sabían que debían actuar con celeridad: «Nos damos cuenta que tenemos que correr al estar cerca La Torreta de llegar a un acuerdo de colaboración con el Espanyol. Teníamos que agilizar el tema», afirmó. De acuerdo con su relato, no hizo falta demasiado tiempo para comprobar que el jugador tenía cualidades diferenciales.

«Llega a hacer la prueba al campo 7 de la Ciudad Deportiva y voy a ver su último partido. A los cinco minutos ya veías que era un jugador que debía fichar por el Barça», recordó. Estas palabras describen la impresión inmediata que causó el joven en su test y la claridad con la que el cuerpo técnico entendió que debía incorporarse a la estructura formativa culé.
Roura, Hernández y el propio Barcelona coincidieron entonces en la necesidad de incorporar a un futbolista que destacaba de manera evidente en categorías inferiores. Ese proceso marcó el inicio de un recorrido que hoy sitúa a Lamine Yamal como una de las grandes esperanzas del club de cara a su regreso al Spotify Camp Nou, donde el jugador desea volver a demostrar su calidad tras los recientes problemas en el pubis.