Las gemelas Kessler, Alice y Ellen Kessler, dos niñas de la postguerra alemana, se hicieron famosas en los años 50 y 60 como cantantes, bailarinas y actrices. Llegaron a trabajar con Fred Astaire y Frank Sinatra, incluso representaron a Alemania en el Festival de … Eurovisión de 1959. Tras toda una vida juntas, a los 89 años de edad, han regresado al estrellado de forma póstuma por su muerte: se hicieron aplicar un suicidio asistido para morir juntas, una decisión de enorme repercusión en las redes sociales alemanas.
Caritas Alemania ha hecho un llamamiento a «no romantizar» este suicidio y a no utilizarlo para promover la «muerte a la carta». La publicación de la noticia ha tenido como consecuencia un aumento significativo en los servicios de asistencia de Caritas, como el Servicio de Crisis, que es anónimo, gratuito y disponible las 24 horas, o su teléfono de asesoramiento gratuito para personas que estén pensando en el suicidio. A pesar de haber aumentado el personal disponible para estos servicios en las últimas 48 horas, teme un aumento de los suicidios debido a la amplia cobertura mediática.
«Cada vez que personas conocidas se quitan la vida y esto se informa ampliamente en la prensa, hay un aumento medible de suicidios», ha declarado la presidenta de Caritas, Eva Welskop-Deffaa, que añade que, en este caso, proliferan las informaciones que presentan este hecho como «idealizado y folletinesco». «Se enfatiza el deseo de morir unidas para no tener que ir a la residencia de ancianos«, insiste, «sin reparar en que se trata seguramente de una relación de dependencia». Welskop-Deffaa lamenta que se presente «como una decisión soberana de mujeres fuertes lo que debe verse como una expresión de desesperanza y desesperación, contra la cual el entorno social podría haber hecho algo, pero eso apenas se pregunta«.
El caso ha suscitado un nuevo e intenso debate social sobre el suicidio asistido. El Tribunal Constitucional Federal levantó la prohibición del suicidio asistido en febrero de 2020 y formuló una serie de requisitos para el uso de la eutanasia. Sin embargo, no existe a fecha de hoy una regulación legal clara. El Tribunal Constitucional dejó en manos del legislativo la decisión de promulgar una nueva ley y dos iniciativas legislativas no han conseguido obtener la mayoría en el Bundestag.
Vacío legal en Alemania
Actualmente, no se conocen nuevos proyectos legislativos, pero incluso políticos a favor de la eutanasia como el ex ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, se pronuncian ahora por una regulación que impida la decisión desde criterios de frivolidad. Las hermanas Kessler no tenían problemas graves de salud, más allá de su edad, y su objetivo era evitar que las separasen, un temor relativamente infundado. «Opino que necesitamos una regulación legal para el suicidio asistido. La situación actual permite la ayuda en el suicidio, sin justificación, lo cual es éticamente injustificable«, ha dicho el político socialdemócrata. El exministro ha reconocido que »hoy no es seguro que las personas que toman este camino no sufran enfermedades mentales que limiten su capacidad de toma de decisiones y tampoco es posible evitar las ofertas comerciales de suicidio asistido«, señalando así las líneas de restricción que considera necesarias en una regulación para él urgente. »Debe garantizarse la libertad psicológica y sin restricciones de elección y la ausencia de todos los intereses comerciales«, ha señalado.
También desde la conservadora Unión Cristianodemócrata (CDU), el exministro de Sanidad y actualmente diputado Hermann Gröhe ha alzado la voz, defendiendo que no se debe permitir que el suicidio se convierta en una «nueva normalidad del morir». Se ha manifestado sobre la necesidad de ampliar la oferta de cuidados paliativos y como alternativa digna para quienes sufren enfermedades graves y ha pedido una ley restrictiva que evite abusos y regule estrictamente las asociaciones que facilitan el suicidio asistido, sobre todo si son entidades con ánimo de lucro.
El furor de seguidores que ensalzan este caso de suicidio asistido en las redes sociales ha llevado a muchos medios de comunicación alemanes a editorializar sobre el caso. El popular diario Bild ha advertido en grandes titulares que «no es un modelo». La cadena de televisión pública ZDF ha puesto el énfasis en el vacío legal y ha afirmado que el caso Kessler «arroja luz sobre un tema controvertido». La revista jurídica Beck Aktuell ha señalado por su parte que el caso «pone de nuevo el debate en el centro de la atención pública», especialmente en el ámbito jurídico, donde se discute si la legislación actual es suficiente para evitar abusos.