Cuando a Martín de la Puente (Vigo, 1999) le diagnosticaron Síndrome de Proteus —una enfermedad que causa el crecimiento descontrolado de los huesos— no se imaginaba que, tras 15 operaciones y la amputación de su pie izquierdo, le esperaba una brillante carrera en el tenis. Ver a Nadal en Wimbledon le cambió la vida y ahora son muchos los chicos que se fijan en él para rebelarse contra los límites. El gallego aún busca los suyos, porque no tiene techo.

Martín de la Puente: “Ver en Wimbledon a Nadal me inspiró para ser tenista”ITF Tennis

—¿Cómo ha sido 2025?

—Ilusionante porque las cosas están saliendo bien y hemos conseguido buenos resultados. Eso da mucha confianza a un deportista. ¡Ha sido un súper año! Es para estar orgulloso y contento, pero da aún más ganas de buscar el techo. Siempre se dice que la mejor victoria es la que está por llegar. Ahora toca recargar pilas para afrontar 2026, que pinta todavía mejor.

—Hace unos días consiguió su tercer Masters de dobles…

—Siempre es difícil jugar el Masters, acabar entre los ocho mejores jugadores del año. Es el último torneo internacional y llegas con ganas de hacerlo bien con las fuerzas que te quedan. En individual llegué hasta semifinales y perdí contra el número 1 del mundo y campeón del torneo, el japonés Tokito Oda. En dobles, otro nuevo éxito. Estoy muy contento por cómo se dio todo. Ruben Spaargaren y yo fuimos mejorando durante la semana y ganando a las seis mejores parejas del año. La final contra los británicos Alfie Hewett y Gordon Reid fue un partidazo, que se definió por dos puntitos.

—Es su tercero (2022, 2024 y 2025), ¿qué ha tenido este de especial?

—El dobles es una modalidad muy divertida, pero ya no es tanto uno mismo como congeniar con el otro. Es un trabajo en equipo. Yo lo he conseguido con tres parejas diferentes y eso me enorgullece un poco más. Eso implica que nos hemos sabido amoldar y aprender el uno del otro. Además, el Masters es muy difícil porque todas las parejas llegan con el cuchillo entre los dientes.

“Me enorgullece haber ganado tres Masters con tres parejas diferentes”

Martín de la Puente

—Hábleme de Ruben Spaargaren, su compañero en los dos hitos de este 2025.

—Tengo una gran amistad con él. Nos conocemos desde que jugábamos en el circuito Junior, con 15 ó 16 años. Hemos tenido vidas deportivas diferentes, pero al juntarnos este año se nos ha dado la mar de bien. Nos conocíamos desde pequeños y hemos casi conquistado el mundo. Eso te hace recordar los orígenes y reflexionar. Compartir todo esto con un amigo hace que la victoria sea aún más especial.

—Juntos conquistaron Wimbledon, ¿cómo recuerda aquel día?

—Fue una alegría porque jugamos contra los favoritos, los británicos Alfie Hewett y Gordon Reid, en la final. Íbamos con ilusión, pero sabiendo que el público irá en nuestra contra porque jugábamos en Reino Unido. El día estaba espectacular. La pista estaba preciosa. Había muchísimo público. La experiencia de jugar delante de tanta gente en la pista 1 de Wimbledon hace que el recuerdo sea más especial. Todo salió a pedir de boca. Sufrimos un montón, pero salimos con el trofeo en la foto, que es algo que emociona.

—Wimbledon fue un punto de inflexión en su vida…

—Totalmente. En esa pista 1 vimos un partido de Rafa Nadal cuando me habían amputado el pie izquierdo. En esa pista nacieron esas ganas de tenis en mi vida. Le doy las gracias a mi familia por esa gran semana. Luego me veía ahí jugando y pensaba: ‘Qué vueltas da la vida’. Esa pista estará siempre grabada en mi memoria.

—¿Es esa victoria la más especial de su carrera?

—Estaría en el top-3, junto con la medalla de bronce en los Juegos de París contra los franceses Frédéric Cattaneo y Stéphane Houdet. Es uno de mis días más felices en el tenis, de esos que miras con orgullo y piensas qué bonita es la vida. Lo recordaré para siempre.

—¿Qué ha significado Nadal para usted y para el tenis español?

—Para mí es el mejor deportista español de todos los tiempos. Le veía luchar por cada punto, la garra con la que jugaba… Es un referente y un guía dentro y fuera de la pista. Siempre con una sonrisa, con esa capacidad de mejorar y seguir. Coincidí en Chile, en una exhibición con él, y es un diez como deportista y persona. Cuando le veía, me imaginaba en su lugar. Ha sido una suerte haber sido contemporáneo a él y haber podido verle en directo. Ha sido una inspiración para muchos niños. Yo, que tenía una discapacidad, me preguntaba si sería capaz. Le veía superarse y exprimirse al límite y marcaba el camino. Es una forma de entender el deporte que nos ha ayudado a todos los demás.

—Usted también es un referente para muchos chavales… ¿Ha evolucionado la sociedad en cuanto a la discapacidad?

—Yo no me veo como alguien tan representativo como pueda ser Rafa. Ojalá pueda inspirar a algún chico con o sin discapacidad. Desde luego, yo siempre estaré dispuesto a ayudar. Cuando era pequeño, con mi discapacidad, era difícil imaginarse una vida dedicada al deporte y hoy en día es una realidad. Cada vez hay más visibilidad en los medios, está más normalizado en la sociedad… y tenemos que seguir con esta labor. Mucha gente no se imagina que se puedan cumplir estos sueños, yo mismo tampoco, pero es posible. Gracias a una labor colectiva.

“Me encantaría ser el número 1 del mundo. Soy muy ambicioso”

Martín de la Puente

—Si a usted le dicen de pequeño hasta dónde llegaría…

—A esa persona le hubiese dicho si estaba loca, que cómo iba a ser capaz con 15 operaciones, con un pie menos, con tantas cirugías y rehabilitaciones encima… Nunca me lo hubiese creído y ha sido mi entorno quien me ha hecho creer, a la fuerza al principio, que los límites están para superarlos. Hay que intentarlo.

—Ese año mágico… ¿Empezó con el bronce en París 2024?

—Fue inolvidable. Representar a tu país es especial y conseguir una medalla para el tenis en silla español fue algo que me cambió la vida, que me abrió el apetito de conseguir muchas más. A mí me costó creérmelo varios días. Dani y yo salimos en la foto, pero es un trabajo de muchos años de todo nuestro equipo y la gente que nos ha precedido. Esta medalla es para todos ellos.

—¿Cuál es su objetivo ahora?

—Soy muy ambicioso. Los deportistas tenemos esa adicción a ganar. Me encantaría ser el número 1 del mundo, seguir subiendo en el ranking. Eso es trabajo y soy consciente de que estamos en el buen camino y, tarde o temprano, llegará. Ahora soy el 3 del mundo y ya era algo que nunca imaginé. Lo importante es aprender y dejarme todo en la pista.

—¿Qué significa para usted este premio de AS?

—Estoy muy agradecido. Me hace muy feliz, por mí y para demostrar a la gente que el deporte paralímpico merece la pena. Aunque juguemos en silla de ruedas, esto es también tenis. Ojalá haya muchos más Martín, Dani… muchos que representen los valores del deporte, olímpico y paralímpico.

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