El cantante Morad ha quedado en libertad este jueves tras ser detenido por haber quebrantado, presuntamente, una orden de alejamiento concedida a su padrastro. El hombre, Mohamed T., vio el vehículo del rapero aparcado a menos de 500 metros de la habitación en la que vive y avisó a la Guardia Urbana de L’Hospitalet, que procedió a la detención de Morad por quebrantamiento de medida cautelar, según avanzó el digital Metrópoli y han confirmado a este diario fuentes judiciales. Tras pasar a disposición del juez de guardia, Morad ha quedado en libertad, aunque la causa judicial sigue adelante.

En su declaración ante el juez, Morad ha afirmado que se siente “hostigado” por la policía local de L’Hospitalet. “La policía me ha parado diez veces en un mes”, ha asegurado el cantante, según han explicado a EL PAÍS fuentes conocedoras de su comparecencia. Morad también ha relatado que ignoraba que el padrastro había alquilado una habitación en esa zona (donde el cantante tiene su estudio de grabación) y que en ningún caso ha sido consciente de que estuviera quebrantando la medida cautelar impuesta. Su abogado, el penalista Fernando Martínez, ha pedido una pericial porque discute que la distancia del coche de Morad respecto al domicilio del hombre sea inferior a 500 metros.

El origen de este nuevo encontronazo de Morad con la justicia se remonta a los supuestos malos tratos infligidos por Mohamed a la madre del cantante. En una ocasión, Morad recriminó por teléfono al hombre el trato que infligía a la mujer. Mohamed le grabó a hurtadillas, le denunció por un delito de amenazas y solicitó una orden de alejamiento.

Un juzgado de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) concedió a Mohamed T. la protección. La resolución, a la que ha accedido EL PAÍS, prohíbe a Morad “aproximarse” al domicilio “o lugar que suela frecuentar” Mohamed (y cita expresamente su “lugar de trabajo, ocio y colegio”) y en particular a su huerto, en Sant Joan Despí. También le prohíbe mantener cualquier tipo de comunicación con él, todo ello durante un periodo de un año.

La exitosa trayectoria musical de Morad se ha visto salpicada, e incluso interrumpida, por sus encontronazos con la justicia. En abril de 2024, llegó a ingresar en prisión para cumplir una pena menor (seis meses de cárcel) por un delito contra la seguridad del tráfico que la Fiscalía se negó a suspender por reincidencia. Salió apenas tres meses después. Poco antes, en febrero de ese año, había aceptado una pena de dos años de cárcel por alentar disturbios y atentar contra policías locales en la plaza Blocs Florida de L’Hospitalet (Barcelona), lugar que le vio crecer y escenario habitual de sus videoclips. En 2022, una juez dictó una orden que impedía al rapero acercarse la zona, una medida cautelar que ya decayó.