Tanto si hablamos de interiorismo como si observamos la arquitectura que nos rodea, nos daremos cuenta de un elemento que destaca y define los espacios: el color. Durante siglos, las tonalidades han adquirido diversos significados en nuestro imaginario cultural. En el diseño de espacios, el cromatismo influye en la estética que se transmite, pero también en la atmósfera, en nuestro estado de ánimo y en la forma en que percibimos la luz.
En las últimas tendencias de interiorismo y arquitectura, ese vínculo entre emoción y entorno se consolida bajo un mismo concepto: diseño dopamínico. Según el último informe The New Habitat, la tendencia hacia una vida hiperdoméstica también pone el foco en un uso consciente del color.
“La psicología del color se convierte en un elemento clave en el diseño de espacios capaces de evocar distintas energías y estados de ánimo. El uso de colores vibrantes y una iluminación que estimule el bienestar serán herramientas fundamentales», The New Habitat 26/27.
En este contexto, la elección del color no debe concebirse como una decisión a la ligera. Para conocer cómo se interpreta el cromatismo desde la práctica, hablamos con los arquitectos Roger Bosch Ferrer y Josep Olm Serra, fundadores de LOBB STUDIO (@lobb_studio), un despacho de arquitectura e interiorismo con sede en Barcelona, la Costa Brava y las Islas Baleares. Su trabajo de alta sensibilidad contemporánea reivindica la emoción y la materialidad como ejes del bienestar arquitectónico. A través de esa mirada, hoy nos comparten su visión experta sobre el diseño dopamínico y el uso del color en la arquitectura de interiores.

En este dúplex reformado por el estudio, la escalera roja se transforma en la columna cromática del lugar.
LOBB STUDIO
El color como material arquitectónico
- En vuestro trabajo, ¿cómo abordáis el color desde la arquitectura? ¿Qué diferencia hay entre solo «usar color» y «construir con color»?
«La analogía con la pintura resulta inevitable. Artistas como Mark Rothko o Wassily Kandinsky demostraron que el color puede generar emociones profundas; la arquitectura, de manera similar, tiene la capacidad de construir atmósferas que afectan psicológicamente a sus usuarios.
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En arquitectura, «usar color» puede entenderse como un recurso superfluo: una capa final reversible que decora sin alterar la espacialidad. «Construir con color», en cambio, es un acto radicalmente distinto: implica un compromiso desde el origen, concibiendo el color como material arquitectónico capaz de modelar el espacio, establecer jerarquías y activar la percepción emocional de quienes lo habitan.
En uno de nuestros proyectos recientes, la reforma interior de un dúplex en un edificio original de Josep Lluís Sert en Barcelona, una escalera proyectada en color rojo se convierte en el corazón de la casa. No solo dialoga y contrasta con los elementos que la rodean, sino que también revela una importante herencia cultural y artística».
«Construir con color implica un compromiso desde el origen, concibiendo el color como material arquitectónico capaz de modelar el espacio, establecer jerarquías y activar la percepción emocional», Lobb Studio.

Calidez y contraste conjugan en la terraza de este proyecto.
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- El diseño dopamínico plantea que el color puede elevar el estado de ánimo y generar bienestar. ¿Creéis que el color puede ser una herramienta dentro de la arquitectura del bienestar?
«Sin lugar a dudas. El color actúa como un estímulo sensorial que influye directamente en el sistema límbico y la producción de neurotransmisores. Estudios en neuroarquitectura y diseño dopamínico demuestran que tonos cálidos y saturados —rojos, ciertos naranjas, verdes y azules— pueden elevar el ánimo y fomentar el bienestar.
La arquitectura contemporánea ya no se limita a crear espacios bellos y funcionales: busca también promover la salud emocional y cognitiva de los usuarios».

En esta cocina luminosa, los tonos cálidos dialogan entre sí con un elegante verde de fondo.
LOBB STUDIO
La importancia de respetar el contexto
- A menudo se asocia el color al riesgo o al exceso. ¿Cómo encontrar el equilibrio entre emoción y elegancia arquitectónica?
«Josef Albers (artista, profesor de la Bauhaus y gran teórico del color del siglo XX) afirmaba en su libro Interaction of Color que el color es relativo, no absoluto, y nunca existe de manera aislada, sino siempre en relación con su contexto. Es en ese contexto, y en la contraposición, donde debe encontrarse el equilibrio, entendiendo el color como un elemento más del proyecto, junto a la luz o la materialidad.
Como agente de emoción, el color posee un poder enorme, pero puede perder fuerza o saturarse si no se maneja con criterio. Este equilibrio se logra mediante jerarquías espaciales que aplican intensidad en áreas clave y suavizan con tonos neutros en las zonas de transición, además de integrar el color con materiales y luz, de manera que los tonos vibrantes contrasten con materiales serenos y nobles como madera, piedra o metales, potenciando así la percepción y la riqueza del espacio».
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El uso equilibrado del color también se hace presente en exteriores. Allí, la luz natural dibuja matices y sombras.
LOBB STUDIO
- ¿Qué papel juega la luz (natural o artificial) en la percepción y la intensidad emocional del color?
«La luz es intrínseca a la arquitectura y al color. Un mismo tono puede adquirir matices y profundidades muy distintas según la hora del día y la luz que lo ilumine.
Josef Albers señalaba que «la percepción del color es dinámica»: un mismo color rojo puede transmitir serenidad al amanecer e irradiar calidez y energía al atardecer. La luz no solo revela el color, sino que lo potencia emocionalmente, generando espacios en constante transformación, ricos en sensaciones y profundidades.
Con la iluminación artificial, el control sobre los matices se vuelve más rígido, preciso y medido, aunque menos espontáneo. Sucede algo similar a cuando se ilumina un cuadro en un museo».
«El uso del color en arquitectura está evolucionando hacia lo significativo y lo sensitivo», Lobb Studio.

La presencia de la escalera roja destaca frente a la suavidad de la madera.
LOBB STUDIO
Paletas que conectan con la experiencia humana
- De cara a las tendencias 2026: ¿Percibís un cambio en cómo se entiende el color en arquitectura? ¿Vamos hacia una etapa más expresiva y emocional?
«Tras décadas dominadas por un minimalismo neutro, cada vez más homogéneo e impersonal, emerge un retorno consciente a paletas intencionadas y narrativas cromáticas más complejas que conectan con la experiencia humana, cuentan historias y reflejan la identidad de quienes habitan los espacios.
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RBA
Cómo transformar un piso de color blanco en un espacio cálido
El uso del color en arquitectura está evolucionando hacia lo significativo y lo sensitivo. El color ya no es un mero recurso decorativo: se convierte en un elemento de construcción afectiva, cultural y sensorial, capaz de enriquecer el bienestar y la experiencia de quienes interactúan con los espacios proyectados».