Hay reformas que sorprenden por su estética, otras por su distribución y algunas por su capacidad para transformar la manera de habitar una casa. Pero existe una categoría más difícil de explicar y, sin embargo, reconocible al instante: aquellas reformas donde todo encaja, donde cada decisión parece inevitable y donde la casa transmite algo que va más allá de lo visible. Esa sensación nace, casi siempre, del detalle.
En un momento en el que las redes sociales muestran espacios espectaculares, pero a menudo poco realistas en el día a día, el valor del detalle se vuelve más importante que nunca. No se trata de decorar más, sino de pensar mejor; no de copiar una inspiración, sino de entender cómo vive quien la habita. Y ese enfoque, preciso y emocional al mismo tiempo, es una de las señas de identidad del estudio Ramírez de Peñalba, dirigido por los interioristas Sergio Peñalba y Eugenia Tapia.
Para profundizar en su forma de trabajar, su concepto de «proyecto con alma» y esas decisiones pequeñas que cambian por completo un interior, hablamos con ellos en una entrevista tan interesante como didáctica e inspiradora. ¡Toma nota!
Foto: Foto: José Mármol Arquitectura e interiorismo: Estudio Ramírez de Peñalba
La importancia del detalle en las reformas, con los interioristas Sergio Peñalba y Eugenia Tapia
En vuestro estudio habláis mucho de la importancia del detalle. ¿Qué significa realmente para vosotros ‘hacer un proyecto con alma’?
Hay un principio en nuestro estudio que dice “El verdadero lujo no es lo que ves, sino lo que sientes al verlo”. Hacer un proyecto con alma es precisamente esto: buscar un resultado que transmita esa energía, ese sentimiento en nuestro cliente más allá de lo que percibe.
Cuando presentáis una propuesta al cliente, ¿qué tiene que ocurrir para sentir que se está enamorando del proyecto?
En esto, con cada cliente es diferente. Con unos lo sentimos al principio, a la hora de estar eligiendo materiales, acabados y texturas. Muchas veces es el propio cliente quien nos dice “yo también me lo imagino así, con esta línea o de esta forma”, lo notas en sus ojos. Con otros ocurre al final, durante el reportaje fotográfico, cuando realmente sienten lo que ven y cómo ha quedado todo, con ojos de querer disfrutarlo.
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Foto: Foto: José Mármol Arquitectura e interiorismo: Estudio Ramírez de PeñalbaFoto: José Mármol Arquitectura e interiorismo: Estudio Ramírez de Peñalba
¿Debéis frenar muchas veces a los clientes cuando quieren algo que sabéis que va a envejecer mal?
Siempre está el cliente que quiere un suelo de madera natural en la cocina o en el baño, o que quiere materiales imposibles en zonas húmedas. Sí, es habitual, y más cuando las redes han hecho que veamos espacios idílicos sin explicar la vida útil de los mismos.
¿Cuáles diríais que es el detalle que más suele pasar desapercibido… pero que cambia por completo la percepción del espacio?
Sin lugar a dudas: “el cómo iluminamos un espacio”. Y en referencia a esto mencionaré una anécdota: en los comienzos de nuestro estudio y en el proyecto de nuestra propia casa, mi compañera de profesión entonces y hoy, mi mujer, hizo cambiar gran parte de la iluminación ya instalada que yo proyecté, y sin duda fue un acierto. “Una mala iluminación destruye cualquier proyecto de interior”.
Foto: Foto: Germán Saiz Arquitectura e interiorismo: Estudio Ramírez de Peñalba
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¿Recordáis algún proyecto en el que un detalle pequeño fuese clave para convencer al cliente?
Sí, en uno de nuestros últimos proyectos, donde la opción de comunicar la cocina con la entrada y el salón pasó por proyectar una cristalera en roble que cierra el espacio pero no la comunicación visual ni la entrada de luz natural.