Alexander Zverev se despidió de las ATP Finals de Turín, eliminado en la fase de grupos, dejando muy clara su postura sobre la Copa Davis. Crítico con el nuevo formato que trajo Gerard Piqué en 2019, volvió a reivindicar las eliminatorias de casa y fuera a la antigua usanza. Recordó que había jugado en una plaza de toros contra Rafa Nadal en España.

Sin embargo, decidió ir a la Final a 8 de Bolonia por amistad. Aseguró que sus compañeros de selección se lo pidieron al considerar que se están haciendo mayores y las opciones de ganar la ‘ensaladera’ se agotan. Jan-Lennard Struff tiene 35 años, uno más que Yannick Hanfmann. También son veteranos los doblistas Kevin Krawietz (33) y Tim Puetz (37).

Sasha Zverev, el joven a sus 28, se convirtió en el único top-10 en el SuperTennis Arena de Bolonia tras las bajas de Jannik Sinner, Lorenzo Musetti y Carlos Alcaraz. Volvió a la Copa Davis, de la que se ausentaba desde 2023, con el compromiso prometido a sus compatriotas.

Aceptó el reto de medirse a una de sus ‘bestias negras’ del circuito, el argentino Francisco Cerúndolo, 27 años y nº 21. Y tuvo que elevar su nivel para mantener a raya al jugador con quien no puede en tierra batida (0-3), aunque sí en indoor y dura. Al aire libre ya había vencido en Cincinnati, pero por retirada del suramericano.

Con la alerta encendida, Zverev mostró galones, se impuso por 6-4 y 7-6 (3) en 1h.35′, salvando a Alemania. Empató (1-1) la eliminatoria que decidirá al rival de España en semifinales este sábado, a las 12 del mediodía. El saque del germano resultó intocable para su oponente. 

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Tras la derrota de Jan-Lennard Struff ante Tomás Martín Etcheverry, 6-7 (3), 6-7 (7), Zverev acudió al rescate de su selección, aunque el futuro de la confrontación queda en manos de los doblistas. Estaban anunciadas las parejas Andrés Molteni-Horacio Zeballos, por los albicelestes, y Kevin Krawietz-Tim Puetz, en los teutones.