Alejandro Sanz acudió este jueves, 20 de noviembre, a La Revuelta para promocionar su nuevo disco ‘¿Y ahora qué+?’. Con ese juego de palabras, Jorge Ponce regaló al artista su rostro “quemado”. Algo que el cantante sumó a la lista de regalos fallidos del programa como una estatua de hielo y un seto: “Lo que tiene uno que aguantar”, comentó Sanz entre risas.
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David Broncano prometió al invitado hacerle una entrevista mejor que las anteriores y le preguntó por sus premios, por sus discos vendidos y hasta por sus luchas internas. Sobre las que el artista confesó haber vencido en los últimos tiempos a la batalla por “compaginar mi vida personal con la profesional. Dedicaba el 100% al trabajo, a la música, que me encanta, pero me metía 16 horas en el estudio y no tenía fin, y hasta que no he podido compaginar eso no he sido completamente feliz”.
También recordó sus años de colegio, donde sus asignaturas favoritas eran literatura e historia, sobre todo porque tuvo buenos profesores: “Nunca se invierte suficiente en educación, muchas veces se ponen por delante otras cosas cuando esta es prioritaria”, señaló.
Otro de sus proyectos es una serie documental sobre su vida, de la que aseguró que quería que todo fuera verdad: “No quiero hacer un reality. Si queda cutre a mí me da vergüencita, quiero algo auténtico”.
Para finalizar, Broncano le preguntó por su faceta de mediador, cuando intentó que Pablo Motos y él se reconciliaran. Algo que el cantante consideró un fracaso: “Yo quedé con vacío dentro, creía que lo podía conseguir, y al final mejor que me dedique a lo mío. Ya os podéis matar ya, podéis hacer lo que queráis”, bromeó.
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El presentador lamentó que intentara mediar, pero “no funcionó”, por lo que podría “dar un toque a Andy y Lucas”. Entre risas, Alejandro añadió: “Pues mira, creo que sería más fácil”.