‘En silencio’ ha provocado que Sara Sálamo eche muchas horas en Studios Montauk, «muy recientes aquí en la zona de Ópera, queriendo democratizar un poco esta parte del cine que es la postproducción», donde también recibe a MARCA en la previa de que el documental sobre ‘la resiliencia de Isco Alarcón’, después de haber pasado por varios festivales, llegue este viernes 21 a los cines.

P. Empecemos por la escena de la que tanto se habla ya, la de la discusión, en la que vienes a decir que hay una delgada línea entre ser la mujer de Isco y ser la directora del documental. ¿Cómo te has manejado en esa línea?

R. Es la favorita de todo el mundo. Es curioso, porque estamos haciendo pases especiales y la gente se muere de risa o aplaude y todo. Está teniendo muy buena acogida, primero porque hay un poquito de salseo y segundo porque hay la naturalidad y la honestidad de una discusión de pareja en la que todo el mundo se puede ver reflejado. Pero sí: Isco dice que él me propuso como directora de este proyecto porque se iba a sentir más cómodo dejándose grabar por mí, pero yo lo que creo es que se sentía más cómodo para decir que no cuando no le apetecía. Ha habido momentos complicados y hay mucho material de ese estilo no montado. De hecho, hubo un momento en que pensamos incluso dar un volantazo, pensando precisamente que tener muchísimo acceso al protagonista era la kryptonita de la directora.

Era complejo, porque si hago un ejercicio de empatía no me gustaría que nadie me esté grabando cuando me encuentro mal, pero por otro lado había un compromiso adquirido de levantar esta película. Así que lidiamos con ello como buenamente se pudo, por momentos dando el brazo a torcer, por momentos haciendo que el otro tuerza el brazo.

P. ¿Costó convencerte de que fueras la directora?

R. Claro, es que cuando inicié mi relación con Isco recibí tanto odio, y de repente parecía que todo mi ‘background’, toda mi trayectoria como actriz quedaba anulada y que toda mi figura se reducía a estar con alguien, que yo lo pasé verdaderamente mal. Y ahora que este cuarto proyecto, pero primero como largometraje, va a estar vinculado a él, me daba mucho pudor o mucho vértigo que de nuevo el discurso fuera por ahí, ¿no? Yo iba a una entrevista a estrenar una peli como actriz y me preguntaban por él, pero luego él acababa un partido y no le preguntaban por mí, entonces yo no estaba entendiendo nada de lo que pasaba.

Nosotros jamás hemos vendido nada de nuestra relación y tuve que pensármelo por esa parte. Cuando ya decidimos que podría tener un control a nivel creativo y a nivel general, pensé que igual podría utilizar eso para intentar hacer una película diferente, retratando una intimidad a la que ninguna otra persona llegaría. Al final me animé… y aquí está.

Hubiera sido muy fácil hacerle cuatro preguntas morbosas y ganar dinero…

P. Has dicho dos cosas especialmente interesantes. Una, sobre el ‘background’. Aparte de ser la pareja de Isco, tienes todo un currículo detrás…

R. Sí, pero al final es que el fútbol mueve mucho a nivel mundial y la película también retrata esa parte en la que la gente parece que va a volcar mucho de su malestar o de su mal día en un campo, diciendo cualquier cosa. Parece que todo está permitido y había también un ninguneo y un menosprecio secundados y validados. Aparte los titulares de la prensa alimentaban un poco eso… y a su vez lo alimentaba yo porque me parecía tan sumamente injusto que contestaba. Entonces se hacía una bola de nieve enorme y hubo momentos en los que lo pasé mal.

P. Hablabas también de que querías hacer algo «diferente». Últimamente hay mucho documental de carácter deportivo, pero casi todos están basados en una acumulación de testimonios…

R. Totalmente. Para mí hubiera sido muy fácil sentarle en una silla, hacerle las cuatro preguntas morbosas que me consta que la gente quiere saber y haber hecho mucho dinero con el documental, pero, como te digo, también había una parte de ilusión en la que, si ésta era mi primera película, para mí era importante dejar una impronta, ver cómo es mi mirada como directora, ponerme piedras en mis propias ruedas para hacer algo distinto, un poco más cinematográfico.

P. ¿Por qué ‘En silencio’?

R. Porque así es como lo veo trabajando. Eran los dos temas principales de la película: el ruido exterior de opiniones, titulares y demás, contrarrestado por el silencio de un deportista que está totalmente apartado del grupo y que no puede volver hasta que no se recupera. Entonces hay algo de esas noches y esas mañanas trabajando en solitario.

Sara Sálamo, ante el cartel oficial del documental.

Sara Sálamo, ante el cartel oficial del documental.FOTOGRAFÍAS: RODOLFO ESPINOSA

P. Hay cicatrices y hay dolor…

R. Hay mucho dolor. Es lo que hablábamos antes, que no es lo mismo que una persona se siente aquí y te diga «lo he pasado muy mal» a que tú cojas a la gente durante hora y media para que vean realmente cuál es el día a día, la dinámica de dolor físico, psicológico y de corazón que tiene una persona a la que le privan de hacer lo que más le gusta, aparte en el mejor momento de su carrera. Es un retrato humanista, porque siento que a cualquiera le puede pasar esto. Viene una enfermedad y de repente hay que parar y te dan nuevas cartas con las que tienes que jugar.

P. También hay amor…

R. Yo ya me he inventado un género nuevo, que es el documental deportivo-romántico [ríe] A ver, sí, creo que es una carta de amor hacia él, hacia el trabajo, hacia la perseverancia… y hacia el cine, claro.

P. Y al final aparece una dedicatoria: ‘Para quienes siguen, incluso…»

R. «Cuando todo invita a parar» [termina ella] Es de lo que va la película, ¿no? Parece que hay momentos en los que el universo te está diciendo que ése no es el camino y vivimos en una etapa con preguntas como «¿qué necesidad tengo yo?», que te invitan a no continuar en una relación, en un trabajo, en lo que sea… Bueno, igual en el persistir y en el ser constante está la clave.

P. ¿En España solemos poner el foco en las víctimas en lugar de hacerlo en los agresores?

R. Yo creo que sí, estamos viviendo también casos de ‘bullying’ en niños… Es interesante reflexionar y poner un poco la óptica sobre quién lo hace, de qué manera, y sobre qué está pasando para que haya tanta violencia en general. Suceden cosas tan brutales y tan terribles que, claro, vienes a hacer la promoción de una película y dices: «¿Qué estoy haciendo? Esto es una tontería». Deberíamos parar el mundo y dejar por ejemplo de ser espectadores de un genocidio. Se ha dicho mucho, pero sí creo que se estudiará en los libros de historia de nuestros nietos el cómo asistimos a esto en directo, retransmitido por nuestros móviles, mientras nosotros continuábamos con nuestra vida.

…Pero para mi primer largometraje quería hacer algo distinto, dejando una impronta

P. Isco lo ha pasado mal, pero parece como si en el Betis todo volviera a fluir…

R. Yo creo que hay algo muy determinante y es cuando alguien te da confianza y cariño, cuando te tiende la mano en un mal momento, pero no de manera superficial, sino de manera honesta, y te hace sentir válido. Yo creo que eso a muchas personas les sirve como impulso, porque hay gente que trabaja mucho bajo presión, pero hay otra que trabaja mejor desde el amor.

P. Volviendo al amor, vuestros hijos… Hay frases suyas sobrecogedoras.

R. Nosotros siempre hemos sido muy cuidadosos con la privacidad de los niños. No han salido jamás en redes sociales ni en ningún sitio. Creo que eso es importantísimo y tenía mucho miedo sobre cómo o de qué manera iban a estar dentro de la película, pero es que hay ‘joyas’ que suceden de manera genuina, que no podría decir mejor ninguna otra persona, así que, aunque sea con una voz en ‘off’, tenían que estar.

P. Te haces muchas preguntas en el documental, por ejemplo si la recuperación es algo que nadie ve y que sucede en los márgenes. Nosotros vemos a Isco recuperarse, pero no lo que él está pasando por dentro.

R. ¿Te parece que no estás viendo lo que le pasa por dentro?

P. Me parece que del todo no…

R. No, del todo no, pero yo creo que sí hay un retrato muy verdadero de cómo es la vulnerabilidad masculina actual: ese momento en el que estamos viendo a un señor durante hora y media, pero que se traduce en un año de trabajo, intentar conseguir algo y que luego sea un ‘no’ [la llamada a la selección] ¿Cómo se toma ese ‘no’? Haciendo chascarrillos y quitándole importancia… Creo que todo eso está narrando mucho.

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P. Cuando uno de los niños le pregunta precisamente sobre la selección, vuelve a responder con esa vulnerabilidad.

R. No me destroces la película [ríe] Es que creo que no hacía falta sentar a Isco con grandes frases o haciendo recreaciones con textos elocuentes o rimbombantes para entender el dolor, el miedo y la vulnerabilidad. Creo que el ejercicio precisamente de la película era narrarlo sin utilizar ese recurso. Y yo sí que le veo sufrir mucho…

P. El documental habla de una lesión y de una posible presencia en una lista de la selección. Es curioso, porque ha pasado el tiempo y vuelve a estar lesionado y dentro de unos meses querrá estar en otra lista de la selección…

R. Yo ya tengo la cámara preparada [vuelve a reír] Él está ‘emperrado’ en levantar un título con el Betis y en que podamos documentarlo. Igual que la lista del Mundial, claro, porque probablemente sea su última oportunidad por la edad que tiene. O no, no lo sé. Yo ya me espero cualquier cosa.

P. Pregunta trampa: ¿la presencia de Isco en la lista del Mundial o un Goya para ‘En silencio’?

R. El otro día se la hicieron a él en un coloquio y dice: «Hombre, levantar una Champions, ir a un Mundial… ¿quién quiere un Goya?» Y todo el público se reía.

P. Pero eso lo dijo él…

R. La verdad es que no te podría ser sincera ahora del todo, porque no me lo he planteado. Necesitaría pensármelo un rato para contestarte.

Yo creo que hay un retrato verdadero de la vulnerabilidad masculina actual

P. ¿Tienes claros tus próximos proyectos?

R. Sí, como actriz rodé una película que se llama ‘Nueve lunas’ y que espero se estrene muy pronto, todavía no he podido verla, y por otro lado estoy con mi película de ficción. Llevo seis años intentando levantarla, versión diez del guion, y se está haciendo complicado, pero creo que hemos conseguido a los ‘partners’ adecuados y todo apunta a que está próxima para poder rodar.

P. Tenías una faceta activista: ¿has aprendido a pelear menos donde no merece la pena hacerlo?

R. Es que a mí me gusta más hablar que comer. Me gusta muchísimo dialogar y es lo que decías tú antes: soy una persona que se hace constantemente muchas preguntas. Al ir al cine con mis padres, lo que más me gustaba del mundo era el debate posterior con ellos sobre lo que planteaba la película. Y me he encontrado con que esa faceta activista o todas esas preguntas que yo tengo en mi cabeza, o todos los temas que quiero poner sobre la mesa, igual son más efectivos si los vemos en imágenes y en sonido. Creo que hay muchos asuntos que se pueden abarcar desde otro lugar, porque lo otro sí que sé de primera tinta que muy efectivo no es.

P. ¿Sigues siendo del Atlético?

R. Por supuesto. Uno no puede cambiar de equipo porque sí, porque nace de ese equipo y es algo ya de la identidad, pero me ha pasado algo con el Betis y es que me he enamorado. Creo que hay poca gente a la que no le cae bien este club. Tiene una afición impresionante y el cariño que nos están dando es brutal, pero después es que lo gestionan personas y en todos los departamentos… ¡Cómo nos han cuidado! ¡Cómo nos han tratado! Yo estoy hiperagradecida y emocionadísima con nuestra etapa en el Betis.

P. La última: ¿cómo te sientes con la película a punto de estrenarse?

R. La verdad es que estoy contenta, porque he hecho la película que quería hacer. Me propuse hacer una peli diferente y lo he conseguido: no es un documental sobre fútbol y se tratan muchos temas. Encima la respuesta del público está siendo muy buena…