El 10 de diciembre, Susumu Kitagawa, Richard Robson y Omar M. Yaghi, recogerán en Estocolmo el Premio Nobel de Química 2025. Se trata de un hito para la sostenibilidad y la transición energética por las posibilidades que sus investigaciones sobre el desarrollo de las Estructuras Metal Orgánicas (MOFs) abren con una nueva generación de materiales con capacidad para dilatarse y absorber, por ejemplo, el dióxido de carbono de la atmósfera.
¿Qué son las MOFs? Estructuras tridimensionales y ultraporosas donde iones metálicos y moléculas orgánicas se combinan formando una red cristalina de partículas muy pequeñas con una red de poros interconectados y capaz de amplificarse multiplicando su tamaño. Como si de un Lego se tratara, se pueden diseñar a medida para capturar enormes cantidades de gases o acumular hidrógeno y metano, abriendo un gran abanico de posibilidades para mejorar la eficiencia ambiental.
También tendrían capacidad para captar agua atmosférica y filtrarla, detectar gases tóxicos o funcionar como catalizador para reacciones químicas industriales con menor consumo energético y reduciendo la producción de residuos.
Este descubrimiento, que ha merecido el galardón más prestigioso, se alinea directamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, no es la primera vez que los Nobel distinguen a científicos que han contribuido directa o indirectamente a dar pasos adelante hacia la transición energética impulsando la sostenibilidad.
Otros hitos científicos de los últimos 30 años:
- 1. Premio Nobel de Física 2025. Cuantización de la energía en circuito eléctrico
Este 2025, sin ir más lejos, el Premio Nobel de Física fue a manos de John Clarke, Michel Devoret y John Martinis, por el descubrimiento del efecto túnel cuántico macroscópico y la cuantización de la energía en un circuito eléctrico.
Sus aportes para la computación cuántica mejorarán la modelización meteorológica para aproximarse a los mecanismos del cambio climático y diseñar estrategias más precisas para tratar de mitigarlo. Además, la cuantización de la energía también será clave para analizar los superconductores que ayudarán al desarrollo de las baterías y catalizadores, además de multiplicar la eficiencia de las celdas solares.
- 2. Premio Nobel de Química 2019. Baterías de iones de litio
Hace seis años que John B. Goodenough, M. Stanley Whittingham y Akira Yoshino revolucionaron la movilidad con el desarrollo de las baterías de litio (Li-ion).
¿Por qué? Han sido absolutamente fundamentales para el almacenamiento de energía renovable a gran escala (solar y eólica intermitente) y son uno de los pilares tecnológicos del mundo inalámbrico, tal y como lo conocemos, a través de nuestros dispositivos móviles y portátiles. Su descubrimiento ha sido crucial para electrificar el transporte (tren, autobús, coche, bicicleta…) y, por tanto, una de las claves para impulsar la transición energética.
- 3. Premio Nobel de Física 2014. Luces LED
En 2014, Shuji Nakamura, Isamu Akasaki e Hiroshi Amano fueron merecedores del galardón por el diodo emisor de luz azul (LED). Ha sido una de las grandes aportaciones de la ciencia moderna a la eficiencia energética global al contribuir a una reducción drástica del consumo eléctrico en iluminación en hogares, oficinas, empresas, centros comerciales…, pero también en pantallas, monitores, señalización vial o alumbrado público.
Un dato y un ejemplo: los LED consumen un 80% menos de energía que las bombillas incandescentes tradicionales, con una vida útil mucho mayor. Toda una revolución lumínica con una enorme importancia e impacto sobre la sostenibilidad. El ayuntamiento de Alhaurín de la Torre (Málaga) fue de las primeras instituciones públicas en reemplazar 600 halógenos y puntos de luz por LED para lograr un ahorro anual de 20.000 euros.
- 4. Premio Nobel de Química 2005. La síntesis orgánica o la química verde
Hace 20 años Yves Chauvin, Robert H. Grubbs y Richard R. Schrock alcanzaron el galardón de la Academia sueca por su desarrollo del Método de la metátesis en síntesis orgánica o metátesis olefínica, en su acepción más técnica.
Consiste en una reacción química que modifica o intercambia partes de moléculas con dobles enlaces resultando mucho más limpias y con menos residuos.
¿Qué supuso? El impulso a la química verde, que permitió procesos industriales con menor consumo energético y más eficientes que ya se aplican en farmacología (antivirales, antibióticos..), polímeros avanzados y biocombustibles.