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Construido a finales del siglo XVII para transportar las riquezas de América hacia España, el galeón San José continúa siendo noticia cuatrocientos años más tarde. O más bien, su pecio: porque un día de 1708, tras varios años de exitosa actividad, zarpó desde Portobelo (Panamá) y nunca pudo llegar a su destino, Cartagena de Indias. En el trayecto, fue asaltado por los corsarios del capitán británico Charles Wager, en lo que se conoce como la Batalla de Barú.
Historias como esta son comunes en el Caribe, donde el Ministerio de Cultura español ubica alrededor de 681 naufragios. Sin embargo, el San José es uno de los más destacados no tanto por su trágico final, sino por las riquezas que transportaba en el momento de su hundimiento: la razón por la que había atracado en Panamá era para recoger un gran botín valorado en 20.000 millones de dólares que debía ser entregada al rey Felipe V. Esto lo convirtió, definitivamente, en una leyenda.
No fue hasta el año 2015 cuando unas imágenes de la Armada colombiana detectaron al famoso galeón, a 600 metros de profundidad y a unas cuantas millas náuticas de la costa cartagenera. Y ahora, tras años evaluando su recuperación y propiedad, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia ha vivido «un día histórico para la investigación científica», celebran: un equipo ha recuperado cinco objetos arqueológicos del naufragio.
Un hallazgo histórico en Colombia
El descubrimiento se enmarca en el proyecto ‘Hacia el corazón del galeón San José’, cuya primera fase consistió en comprender, a través de métodos no invasivos, los restos de la embarcación en el fondo del mar, además de asegurar que el pecio no haya sufrido «alteraciones antrópicas», señala la institución. Por su parte, la segunda etapa de la investigación ha consistido en recolectar y analizar directamente algunos objetos, para más tarde responder a los interrogantes relacionados con su procedencia, su cronología o su tecnología de producción.

Galeón San José
Taza de porcelana recuperada del galeón San José.
Andrea Puentes / Instituto Colombiano de Antropología e Historia
Las piezas recuperadas son cinco: un cañón, una taza de porcelana y tres macuquinas (monedas), dos fragmentos de porcelana y restos de sedimento vinculados a estos objetos. Estos abren “la posibilidad de que la ciudadanía pueda aproximarse, a través del testimonio material, a la historia del galeón San José”, dice Alhena Caicedo Fernández, directora del Instituto Colombiano de Antropología e Historia.
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Un galeón legendario en aguas colombianas
De acuerdo con el comunicado, esta es la primera investigación articulada entre el sector de la cultura y el sector de la defensa para proteger el patrimonio cultural sumergido en Colombia. Ahora, los objetos extraídos del fondo del Caribe viajarán hasta el laboratorio de Patrimonio Cultural Sumergido en el Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas (CIOH) para su análisis y conservación. Y con respecto al resto del pecio, el proyecto continuará trabajando en su recuperación, al mismo tiempo que reconstruyendo el momento exacto de su hundimiento.
El hito ha tenido lugar, por otro lado, en un contexto convulso para el galeón: desde su localización en 2015, Colombia reclama su soberanía por encontrarse en aguas colombianas, mientras que España insiste en aplicar la Convención de la UNESCO sobre Patrimonio Cultural Subacuático, debido a que fue un buque de guerra español. A la disputa entró también Estados Unidos, concretamente la empresa Sea Search Armada, que asegura haber financiado una expedición en 1981 y entregado posteriormente las coordenadas al gobierno colombiano.