Jaime Martínez Bordiu, en unaJaime Martínez Bordiu, en una imagen de archivo (Europa Press)

Este jueves 20 de noviembre se ha cumplido medio siglo desde la muerte de Francisco Franco y la Parroquia de los Doce Apóstoles, en Madrid, ha sido el escenario de una misa funeral en memoria del dictador. Al encuentro han acudido familiares directos, entre ellos el bisnieto Luis Alfonso de Borbón y el nieto Jaime Martínez-Bordiú. La ceremonia ha congregado, a su vez, a simpatizantes del franquismo y a detractores del régimen, generando un ambiente de fuerte tensión en torno al templo.

Desde primera hora de la tarde, distintos grupos se dieron cita a las puertas de la iglesia. Entre los asistentes, varios partidarios de Franco interpretaron el himno ‘Cara al sol’ y realizaron el saludo fascista, coreando consignas como ‘España cristiana, no musulmana’ y vítores al dictador. Paralelamente, dos jóvenes activistas de Femen protestaron contra la dictadura mostrando una pancarta y descubriéndose el torso, acción que desencadenó insultos y descalificaciones por parte de los grupos favorables al franquismo. Las dos jóvenes, que llevaban su torso descubierto y, sobre él, pintado: “Fascismo legal, vergüenza nacional” y “Al fascismo, ni honor ni gloria”. recibieron varios insultos por parte de los asistentes, quienes las han increpado llamándolas “guarras” y “cerdas”. A su llegada al templo, Jaime Martínez-Bordiú, hijo de Carmen Martínez-Bordiú, calificó la escena como “menudo espectáculo” y adelantó que varios familiares iban a acudir a la misa conmemorativa.

Activistas de Femen irrumpen en la entrada de la misa por el 50 aniversario de la muerte de Franco. (EFE)

La tensión continuó tras la ceremonia religiosa. A la salida, un asistente exaltado arremetió contra los medios de comunicación presentes y arrebató el teléfono a una reportera, profiriendo gritos en los que exigía: “dejar de molestar ya, sois unos sinvergüenzas”. Ante esta situación, Jaime Martínez-Bordiú intervino para calmar el incidente y dirigirse al agresor con un mensaje de tranquilidad para la prensa “Déjale, déjale, no pasa nada, tranquilo hijo, no pasa nada, paciencia”.

El acto religioso, realizado cincuenta años después de la muerte de Franco, evidencia que el legado del dictador sigue siendo eje de fricción política y social en España, con manifestaciones de apoyo y rechazo aún hoy visibles en jornadas marcadas por el simbolismo y la memoria histórica. La parroquia, emplazada en el centro de Madrid y tradicionalmente vincula a la familia Franco, volvió a ser punto de encuentro y confrontación en un aniversario señalado del calendario.

Francisco Franco Bahamonde (Europa Press)Francisco Franco Bahamonde (Europa Press)

Otros de los temas que ha tratado el nieto del dictador ha sido las polémicas memorias del rey Juan Carlos I, Reconciliación, que salieron a la luz el pasado 5 de noviembre en Francia. “Es mi rey… junto con Don Felipe”, afirmó, poco antes de agregar que “seguramente” leerá con detenimiento el libro del Emérito.

Cabe recordar que el aniversario de la muerte de Francisco Franco ha tenido lugar tan solo un día antes de que se celebre el 50 aniversario de la restauración de la monarquía en España. Un hito que fue posible gracias a la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado, pues su padre, Juan de Borbón, era legítimo heredero del trono de España. Antes de su proclamación, debido a la delicada salud de Franco, había desempeñado intermitentemente funciones interinas en la Jefatura del Estado. En junio de 2014, el Emérito abdicó en favor de su hijo Felipe, quien ascendió al trono como Felipe VI.