Sonsoles Ónega (47 años) tiene la difícil labor de compaginar su intensa vida laboral con la personal. Madre de dos hijos, Yago y Gonzalo, fruto de su primer matrimonio con Carlos Pardo, la presentadora se define a sí misma como una «fracasada de la conciliación». «En las horas de educar, que son de 5 a 8, yo estoy trabajando», aseguró hace unos meses en una entrevista con ABC.

En su caso, además, debe lidiar con la enfermedad de su hijo Gonzalo: diabetes tipo 1. Fue en 2016, cuando el niño tenía solo cuatro años, cuando le dieron el diagnóstico, que sorprendió a toda la familia, ya que no había antecedentes. «El único era su celiaquía. Dos enfermedades del sistema autoinmune con menos de cinco años», dijo Sonsoles hace unos años en su blog.

El diagnóstico de diabetes cambió la vida del niño y de toda su familia para siempre. «Nunca olvidaré la sensación de miedo atosigante a todo y a todos. Al enfermero, al médico, al resultado de un análisis, al siguiente valor de glucosa, a hacerle daño al aprender a pincharle….», señaló la presentadora hace unos años en su blog.

En estos nueve años, Sonsoles ha tenido que aprender a convivir con la enfermedad de su hijo, sobre la que ha hablado como nunca este jueves. Lo hizo en un evento organizado por El Club de Malasmadres, en colaboración con la Federación Española de Diabetes (FEDE) y la plataforma ‘Crecer Sin Diabetes’.

Sonsoles Ónega, sobre la enfermedad de su hijo: «Lo complica todo»

Durante el encuentro ‘Un café con Laura: la realidad de convivir con la diabetes tipo 1’, Sonsoles compartió cómo vivió el diagnóstico de su hijo: «Cuando la diabetes tipo 1 llega a tu hogar, te adentras en un mundo de tinieblas muy difícil, pero es solo una cuestión de tiempo. Es un bache, no es un socavón».

La diabetes cambió los hábitos de toda la familia, que tuvo que adaptarse a las necesidades de esta enfermedad. «Lo complica todo. Porque hasta que le coges el ritmo y entiendes lo que es y el efecto que los alimentos tienen en el cuerpo de tu hijo, pues es un problema añadido», explicó.

En este sentido, la presentadora de Antena 3 aseguró que la diabetes 1 es «un problema del que nadie es muy consciente hasta que no lo vive o lo sufre, así que es un check más en el listado de los asuntos de los que se encarga una madre».

El hijo de Sonsoles utiliza un sistema de monitorización continúa de la glucosa. «Es un pequeño aparatito, del tamaño de una nuez, que lleva inyectado donde acaba la espalda y que me envía al móvil datos de su estado cada cinco minutos», contó hace años en su blog.

Sobre este sistema y lo que supone en su día a día, habló también en el evento de El Club de Malasmadres. «Es vivir en permanente alerta. Estás casi obsesivamente mirando el teléfono móvil porque hoy en día ya hay dispositivos que te conectan al cuerpo de tu hijo y estás permanentemente viendo su evolución en momentos muy determinados del día: cuando llegas a casa, cuando sale del cole, cuando va a empezar a cenar…», señaló.

Aunque la diabetes no le hace «vivir con más miedo del que una madre ya tiene», Sonsoles aseguró que sí tiene que convivir con «una nueva alerta que cada minuto te está saltando». También cuando su hijo hace ejercicio físico, comentó en una ocasión: «La actividad física reduce los niveles de azúcar en sangre, entonces ellos, que no se equilibran solos, tienen que tener cuidado para que no les dé una bajada muy brusca de azúcar».