Se llama Olga Gudnikova y lleva 20 años en España, 12 de ellos en Zaragoza. En los últimos meses, se ha hecho especialmente conocida por los vídeos que sube a su perfil de Instagram (@good_nikova_spain), donde da vida a estatuas y monumentos de la ciudad con IA, una forma creativa de expresar el profundo cariño que siente por su ciudad de acogida.
Procedente del este de Rusia, casi en la frontera con China, esta maña de adopción llegó a Zaragoza “por amor”. Mientras disfrutaba de una beca de estudios en Alemania, conoció a su marido, zaragozano. Tras vivir ocho años en Calafell, ambos se mudaron a la ciudad natal de él, donde Olga trabaja actualmente como agente de seguros.
“La verdad es que me siento como en casa. Aquí han crecido mis hijos, tengo a mi familia española. Estoy encantada”, asegura Olga, enamorada de España y, en especial, de la capital aragonesa.
Vídeos con IA que emocionan
Olga ha encontrado en la inteligencia artificial una herramienta perfecta para dar rienda suelta a su creatividad y plasmar su amor por Zaragoza. En sus vídeos, los monumentos y estatuas de la ciudad cobran vida para conversar con humor y ternura sobre la cultura y las costumbres de los zaragozanos.
Desde las esculturas de la Fuente de Goya yéndose de tardeo, al vermú con Ámbar protagonizado por la estatua de César Augusto, a los leones del Puente de Piedra siguiendo el último trend de tejidos a crochet. Una de sus últimas creaciones y de la que, confiesa, se siente más orgullosa.
Ella misma se define como una persona muy creativa. “Siempre me ha gustado emocionar, fijarme en los detalles, y Zaragoza es una ciudad preciosa, con mucha historia”, afirma. Entre sus rincones favoritos menciona el Pilar, La Seo o La Aljafería. “Yo los veo de otra manera porque no soy de aquí. Igual la gente no se da cuenta, pero a mí me sorprenden”, cuenta.
Creatividad y amor por Zaragoza
Sobre el uso de la inteligencia artificial es sus proyectos, detalla que empezó a experimentar con ella como un juego: “Cuando vi el impacto emocional que tenía en la gente, entendí que tenía que seguir por ese camino”.

Olga Gudnikova en el Puente de Piedra con el Pilar al fondo, uno de sus rinconces favoritos. / SERVICIO ESPECIAL
Aficionada a la fotografía, realizó un curso básico de creación de imágenes y vídeos con IA, aunque cada semana surgen nuevas herramientas que le obligan a estar al día y a ser autodidacta.
Lo que nunca cambia es su fuente de inspiración: Zaragoza, una ciudad que “invita a ser creativo”. “Veo el mundo un poco diferente, y Zaragoza me da mucho juego. Es un escenario perfecto para crear esos mundos imaginativos que generan un impacto positivo”, recalca.
Sus vídeos destilan un punto de nostalgia y mucho amor por Zaragoza, siempre desde un punto de visto divertido y a veces satírico. “Es una ciudad que invita a vivir la vida. Me encanta la forma de ser de los maños, aquí me siento como en casa”, afirma.
Una de las cosas que más le sorprendieron al llegar fueron las Fiestas del Pilar, cuando la ciudad cambia totalmente: “Es un momento muy emocionante, incluso para el que no ha nacido aquí”. También le gusta especialmente la Semana Santa.
Un proyecto que no deja de crecer
Aunque de momento Olga se centra en publicar vídeos en sus redes, Olga no descarta nuevos proyectos: “Me encantaría apoyar a la ciudad, ayudar a darla a conocer fuera”. Algunas cuentas institucionales, como Zaragoza Turismo, ya se han hecho eco de su trabajo, algo que para ella supone “un reconocimiento”.
Así, paso a paso, Olga se ha convertido en una zaragozana más, una nacida a miles de kilómetros del Pilar. “La gente es muy maja, me siento muy querida”, afirma. Su carácter abierto y su facilidad para conectar con los demás (habla cuatro idiomas), han sido claves en este viaje que la llevó de Rusia a Zaragoza y en esa integración en la ciudad que ya siente como propia.