Madrid

Eurovisión ha movido ficha ante la negativa de muchos países, entre ellos España, de participar en el festival por la polémica presencia de Israel. La UER, organizadora del certamen, ha anunciado modificaciones en el sistema de votación del certamen, que incluirán reducir de 20 a 10 los votos que cada espectador podrá enviar, con el objetivo de intentar aplacar las polémicas de los últimos años en torno a posibles interferencias en los votos.

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Los cambios también incluyen reinstaurar el voto del jurado en las semifinales, así como «salvaguardas técnicas reforzadas para detectar y bloquear votación fraudulenta o coordinada», ha señalado un comunicado de la UER. Además, Eurovisión incluirá, cuatro años después, al jurado profesional en las dos semifinales, para que las plazas de los finalistas se decidan en un 50/50 entre expertos y el televoto.

Una de las polémicas que ha perjudicado la imagen de Eurovisión en sus últimas ediciones ha sido el elevado número de votos a Israel, en contraste con los llamamientos de muchos activistas e incluso de algunas cadenas de radiotelevisión que pertenecen a UER, como la propia española RTVE, para que el país no participara debido a sus violaciones de derechos humanos durante la guerra en Gaza. Israel quedó segunda en la edición de este año y quinta en la de 2024, además de ser el país más votado por el público en las dos ocasiones, también en España.

«Ha sido un problema»

El periódico americano The New York Times se ha fijado en este anuncio de la organización y ha querido incluirlo entre sus páginas por el inédito movimiento que está llevando a cabo Eurovisión para tratar de alejar la polémica lo máximo posible. «La presencia de Israel en Eurovisión ha sido motivo de controversia desde el inicio de la guerra en Gaza tras el ataque liderado por Hamás en octubre de 2023. Se han producido protestas contra la participación de Israel y, en los últimos meses, las cadenas de televisión nacionales de países como Irlanda, los Países Bajos y España han amenazado con retirarse de Eurovisión si se permite a Israel competir en 2026», ha escrito el medio.

«La superposición de la política ha sido durante mucho tiempo un problema para Eurovisión, a pesar de que desde su creación en 1956 los organizadores han prohibido las canciones que hacen declaraciones políticas, insistiendo en que la competición debe unir en lugar de dividir», ha añadido, sobre uno de los problemas que más agrava la situación del festival desde hace mucho tiempo y que ha creado una nube de críticas por la politización del concurso.