David Ferrer anda a punto de finalizar su segundo curso como capitán de la Selección española, y el de Jávea, con contrato renovado recientemente hasta 2027, lo hará muy reforzado por lo acontecido a lo largo de esta temporada. Con él al mando, la Armada superó dos eliminatorias de Qualifiers (especial fue la de Marbella ante Dinamarca, en la que la Selección remontó un 0-2 por primera vez en su historia) y sacó el billete para una Final a 8 de la Copa Davis en la que, como mínimo, España está entre las cuatro mejores selecciones. Y puede estar entre las dos mejores si vence este sábado a Alemania (12:00, M+) en las semifinales de la copa del mundo de tenis.
La gran diferencia con respecto al año pasado, en el que la Armada cayó en cuartos de final frente a Holanda, es que, en esta ocasión, Ferru no está solo al frente del equipo. Desde mediados de temporada, otro exjugador como Marc López es el gran apoyo de Ferrer en la capitanía. El de Barcelona, de 43 años, acabó con un amplio palmarés: oro olímpico en Río 2016 junto con Rafa Nadal, campeón del dobles de Roland Garros ese mismo año al lado de Feliciano López, finalista de otros tres Grand Slam y ganador de las ATP Finals en 2012 junto con Marcel Granollers. Se incorporó a la estructura de la Real Federación Española de Tenis tras pasar unos meses como entrenador de Jasmine Paolini, a la que llegó después de acabar su periplo en el equipo de Nadal. El catalán formó parte del staff técnico del balear incluso antes de retirarse oficialmente, y desde ahí no ha dejado de crecer en la preparación de tenistas. Ahora, al lado de Ferrer, asesora en todos los aspectos al de Jávea y proporciona una amplia sabiduría en el dobles en el que tan bien se manejaba.
“Se incorporó después de la eliminatoria en Suiza, contra Dinamarca en Marbella, y para mí es muy importante. Me ayuda a tomar decisiones, tácticamente son mejores cuatro ojos que dos. Todos los jugadores lo conocen y crea muy buen ambiente. Feliz de tenerlo, es igual de capitán que yo, no es ayudante o subcapitán. La diferencia es que yo estoy en la silla y él fuera. Es alguien fundamental para que hoy estemos en semifinales”, valoró, tras batir a Chequia, Ferrer sobre Bulet. El viernes, en el entrenamiento de la Selección previo a la disputa del duelo con Alemania, los dos capitanes dejaron una bonita y emotiva imagen, pues pelotearon durante un rato y con buena sintonía en la Fiera di Bologna, donde incluso Ferrer se puso su característica cinta con la que competía.
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