En la mañana del viernes, no hubo rastro del incendio que por poco provocó una catástrofe en la cumbre del clima COP30. Pero era otra ausencia la que preocupó a los miles de activistas contra el cambio climático y a unos cuantos ministros de Medio Ambiente, entre ellos la española Sara Aagesen. Del segundo borrador de acuerdo había desaparecido la esperada referencia a un camino hacia la eliminación progresiva de los combustibles fósiles del plan de acción consensuado por el anfitrión brasileño.

La ausencia cayó como un jarro de agua fría en los pasillos por donde pululan líderes indígenas y portavoces de la campaña global de defensa del planeta.

La bandera que ondea con fuerza en esta COP es la ambición, pero en este borrador no está presente

Sara Aagesen

 Los gobiernos europeos se mostraron perplejos también. “La bandera que ondea con fuerza en esta COP es la ambición, pero (en este documento) no está presente”, dijo Sara Aagesen, la vicepresidenta española. Lo único que parece alcanzable ya  en esta COP es una descafeinada road map voluntaria. 

Muchos arremetieron contra los diplomáticos brasileños por crear un listón demasiado bajo para las negociaciones. “¿Cómo se puede empezar a negociar desde el fondo?”, dijo un representante panameño citado en la agencia Bloomberg.

Para el gobierno colombiano, la incapacidad de Lula para liderar el cambio ha creado una oportunidad. Irene Vélez, ministra de Colombia, sentada al lado de Aagesen, arremetió contra la falta de ambición en el borrador y anunció una “acción colectiva” entre aplausos y vítores durante una rueda de prensa que, a veces, parecía una asamblea revolucionaria tal era la indignación contra el borrador. 

España, al contraataque

Vélez no solo ha logrado el apoyo de España en su contraataque a la pasividad de las COP, sino del gobierno centrista de Holanda, que se ha ofrecido como socio en la celebración de una cumbre para esbozar el camino a la era pospetróleo que se celebrará en Santa Marta, en el Caribe colombiano, a finales de abril.

Así va ganando fuerza la coalición de países -ya son 24 del sur y al norte global que incluye a España, Países Bajos, Bélgica, Austria, Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo, Australia, México, Chile, Panamá, Costa Rica, Kenia y Camboya, Vanuatu. Todos ellos exigen una estrategia más ambiciosa en la eliminación de los combustibles fósiles, y todos son los firmantes de la llamada Declaración de Belém, que “reconoce que la producción, el consumo, las licencias y los subsidios a los combustibles fósiles son incompatibles con la meta de limitar el calentamiento a 1,5 °C”, anunció Vélez. .

November 10, 2025, Belem, Para, Brazil: Environment activsits hold a protest at the entrance of the 30th United Nations Conference on Climate Change COP-30 in the city of Belem in Para, Brazil.

Protesta en la puerta de entrada del palacio 

Europa Press/Contacto/Igor Mota / Europa Press

Lula, una de cal y otra de arena

Pero, no hay muchas señales de que la nueva coalición vaya a lograr convencer a los representantes de los petroestados del Golfo. Ni tan siquiera parece haber convencido al propio Lula, cuyo intento de atender al movimiento de justicia climática a la vez que incorporar Brasil al grupo de países petroleros, siempre aparece complicado. Eso si Marcio Astrani del Instituto Observatorio del Clima dijo que Lula le había dicho que llevará el plan de ir abandonando el petróleo a la cumbre del G20.

Eso sí, aún queda mucho tiempo para buscar una fórmula salomónica, ya que el intento de Brasil de cerrar la cumbre según el calendario ha caído en saco roto, como suele ocurrir. “Muchas negociaciones quedan por delante”, dijo Aagesen.