La jornada de viernes fue una más bien plácida para Texas A&M, pues la universidad texana superó sin alardes al modesto ‘college’ de Manhattan por un claro 68-109. No obstante, pese a la holgada diferencia entre ambos equipos, hubo un claro detonante que marcó la diferencia.
Y ese fue Rubén Domínguez, ex jugador del Bilbao Basket que optó por cruzar el charco y probar suerte en la NCAA esta temporada. El escolta de 22 años de Puerto Real fue el gran protagonista de una noche que acabó siendo mágica para la universidad texana y que acabó dejando boquiabierta a propios y extraños.
Rubén Domínguez ofreció toda una exhibición ante los Jaspers y dejó su huella en Texas A&M. El español tuvo su mejor noche desde que aterrizó en la NCAA y endosó la friolera de 10 triples, uno tras otro, en 14 intentos. Una actuación que quedó marcada por el estado de trance en el que entró el escolta al final del choque, dejando alucinados a tanto a la retransmisión televisiva como a los asistentes al pabellón.
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El español firmó una carta de tiro casi impoluta, sin tiros de dos ni tiros libres. Al final, 30 puntos (10-14 en triples), 5 rebotes y 2 asistencias, una actuación que ya entra en los libros de historia de Texas A&M, pues éste se adjudicó el récord de triples anotados por un jugador de los Aggies en un partido (10), batiendo la anterior marca (8).
Además, para redondear un día para el recuerdo en la universidad texana, los Aggies establecieron un nuevo récord de triples anotados en un partido como equipo, con 18 en 37 intentos, y más de la mitad obra del ex jugador de Bilbao Basket.
Esta campaña, el jugador de 22 años ya promedia 11,8 puntos, 2,2 rebotes, 1,8 asistencias y un promedio de 39,4% en triples. Desde anoche, su registro desde la línea exterior ya es de 23 anotados en 47 intentos.