Publicado 22/11/2025 – 18:17 CET
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Los países reunidos en la COP30 ha aprobado en última instancia el sábado 22 de noviembre por consenso un documento final que hace un llamamiento a aumentar la ambición de las acciones para enfrentar el calentamiento global. Sin embargo, no menciona en ningún momento una hoja de ruta para dejar de utilizar combustibles fósiles.
De cara al futuro, Do Lago afirmó que las difíciles negociaciones iniciadas en Belém continuarán bajo el liderazgo de Brasil hasta la próxima conferencia anual, «aunque no se reflejen en el texto que acabamos de aprobar». Do Lago ha declarado que el plan de transición de los combustibles fósiles se incluirá en una propuesta separada que su equipo publicará más adelante y que no tendrá el mismo peso que un acuerdo aceptado por las naciones en la conferencia.
El pleno de la COP30 también ha aprobado una lista definitiva de «indicadores» para medir los avances en las acciones de adaptación ante el cambio climático y también establece un mecanismo para llevar a cabo una transición justa, pensando en trabajadores afectados por los cambios en modelo energético.
El acuerdo se aprobó el sábado después de que los negociadores superaran el plazo fijado para concluir las negociaciones el día anterior. El acuerdo se elaboró tras más de 12 horas de reuniones nocturnas y matutinas en la oficina del presidente de la COP30, André Corrêa do Lago.
La vicepresidenta tercera del Gobierno español y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen, ha confirmado que es un acuerdo muy laxo, ha sido muy crítica: «no es todo lo ambicioso que debería ser» y que dicho borrador ha buscado agradar a todos, y no poner soluciones a problemas reales.
«Es un resultado débil», afirmó el antiguo negociador filipino Jasper Inventor, que ahora trabaja en Greenpeace International.
Muchos lo calificaron de débil e insuficiente, y el negociador panameño Juan Carlos Monterrey Gómez criticó duramente el acuerdo. «Una decisión climática que ni siquiera puede mencionar los combustibles fósiles no es neutralidad, es complicidad. Y lo que está sucediendo aquí trasciende la incompetencia«, afirmó Monterrey Gómez. «La ciencia ha sido eliminada de la COP30 porque ofende a los contaminadores«.