Florentino Pérez tiene este domingo una cita muy importante con sus socios. Le espera una asamblea ordinaria en la que los asistentes esperan escuchar, aunque no esté en el orden del día, su idea de cara al cambio de modelo de club que … quiere activar en los próximos meses en el que sí que es seguro que profundizará en otra asamblea, en este caso la extraordinaria, que podría convocar para el domingo 14 de diciembre.
La asamblea de este domingo centra sus puntos del día en las cuentas y el presupuesto del curso 2025-26, pero como suele ser habitual será un paseo para Florentino, por lo que realmente, lo que quiere saber el socio es lo que tiene su presidente en la cabeza de cara al Real Madrid del futuro.
Según ha podido saber ABC de fuentes conocedoras de la operación, este nuevo Real Madrid que desea Florentino sería una sociedad mercantil (que no anónima deportiva) a la que se le aportaría una parte de los activos y del patrimonio total del club (instalaciones, derechos, equipamiento, contratos, etcétera). Dicha aportación sería no dineraria en el momento de la constitución de la sociedad. La valoración de esa parte del patrimonio, que realizaría una consultora externa, junto a la suma de los derechos que nunca podrían salir del club deportivo, ateniéndonos a la ley del deporte, marcaría la valoración total del club.
Florentino quiere tener por escrito y documentado que el Real Madrid es el club deportivo más valioso del mundo, una cantidad que a ojos del presidente rondaría los 10.000 millones de euros.
Una vez cerrada la valoración, y una vez constituida esta sociedad mercantil, Florentino pretende vender una parte de esta sociedad a un tercero, que puede llegar hasta a un 10%, lo que le supondría unos ingresos que darían liquidez a la entidad. Esa liquidez mejoraría su fondo de maniobra y garantizaría tranquilidad desde el punto de vista de la tesorería los próximos años, además de solucionar las posibles tensiones de caja que se pudieran llegar a presentar.
Con esta operación, el Real Madrid cerraría las dudas que actualmente sobrevuelan a los socios sobre algunos aspectos de su gestión, como por ejemplo el sobrecoste del estadio, la judicialización de las obras de los aparcamientos, la imposibilidad de celebrar conciertos o la imposibilidad de lograr poner en marcha la Superliga. Además, Florentino cumpliría con su palabra de que el club nunca se convertiría en una sociedad anónima.
Encaje jurídico
Para encajar este movimiento dentro de la legalidad jurídica española, el Real Madrid debe, por un lado, ser el fundador o accionista único, por lo que adquiriría las acciones establecidas en la constitución de la sociedad. Y, por otro, en un momento posterior, el club, en la condición de accionista único, tendría que transmitir una acción por socio, acción que está aún por valorar el precio exacto.
Sin embargo, lo que sobre el papel es sencillo y sigue las prescripciones de la Ley de Sociedades de Capital, en la práctica jurídica no lo es tanto, ya que topa con la actual naturaleza jurídica del club (asociación regida por la Ley Orgánica de Asociaciones de 2002) que restringe la membresía de los actuales socios. A día de hoy, en realidad, los socios no tienen un derecho de propiedad como tal sobre el patrimonio del club y, por tanto, no son copropietarios del mismo. Es ahí donde la asamblea debería justificar, alineándose con el fin estatutario, que se traspasaran acciones a los socios del club (artículo 13 de la Ley Orgánica de Asociaciones). Pero para llegar hasta aquí, primero toca dar una pincelada este domingo, luego explicarlo con sumo detalle en la asamblea extraordinaria y, finalmente, convocar un referéndum en el que los socios decidan con un sí o un no si van adelante, o no, con la propuesta del presidente del Real Madrid.