Plaza Real de toros de El Puerto de Santa María (Cádiz), 2 de agosto de 2025. Corrida organizada por la empresa Circuitos Taurinos, correspondiente al segundo festejo de abono en la temporada de verano. Tarde soleada con viento de levante muy molesto. Más de cuatro quintos de entrada. Preside Ignacio Vegas, nuevo en esta plaza. Ameniza la Banda “Maestro Dueñas”, dirigida por Javier Alonso.

Se lidian cuatro toros de Hermanos García Jiménez y dos (1º y 4º) de Olga Jiménez (hierros que pastan en El Cabaco, Salamanca), con pesos entre 480 y 525 kilos, de aceptable presentación pero desigualados y con juego variado. En el arrastre, el segundo tiene palmas; el cuarto, palmitas y el quinto, división de opiniones.

  • José María Manzanares (de marino y oro), estocada recibiendo entera desprendida y fulminante; una oreja. Entera arriba; una oreja.
  • Andrés Roca Rey (de blanco arlequinado y oro), entera en su sitio con efecto rápido; una oreja. Media en buen sitio; una oreja.
  • Pablo Aguado (de burdeos y azabache), tres pinchazos y media; ovación. Pinchazo y entera arriba, con descabello, tras aviso; una oreja.

Incidencias: entre los picadores, destaca Mario Benítez (de la cuadrilla de Aguado) en el sexto. Entre los banderilleros, destacan los pares de Trujillo y Cebadera (de la cuadrilla de Manzanares), que se desmonteran en el primero, de Viruta y Algaba (de la cuadrilla de Roca), que se desmonteran en el segundo, y de Chacón (de la cuadrilla de Roca), que saluda en el quinto. Manzanares y Roca salen a hombros.

Comentario

El cartel es atractivo. Manzanares, viejo conocido de El Puerto, cerró la temporada pasada con 43 festejos. Roca Rey acabó como primero del escalafón, pero este año ha aflojado el acelerador; aunque lleva últimamente varias puertas grandes seguidas, no ha conseguido poner el No Hay Billetes. Pablo Aguado cerró con 39 y ahora anda por 9. El ganado es de la Casa Matilla pero no es lo que aporta el mayor atractivo a este cartel que comentamos. Veamos.

José María Manzanares

José María Manzanares, en su primero, bien presentado, da recibo breve de lances cómodos, ante uno que mete la cara, y media sin enjundia. La puya, breve también, es contundente. La cuadrilla nos ofrece un magnífico tercio de banderillas. Inicia en los medios bajando la mano antes de sacar dos tandas en redondo despaciosas y muy ligadas, complementadas con pases de pecho largos, levantando aplausos calurosos.

Intenta con la izquierda, pero renuncia por el viento. Con la diestra sigue y como iba antes; da descanso y distancia antes de enganchar para rematar con uno de pecho largo, casi de 360 grados; centradísimo, saca otra tanda, templada como todas, que remata con cambio de manos y otro largo de pecho. Tras la estocada recibiendo el toro se queda sin moverse y cae. La petición de segunda oreja es mayoritaria y supone bronca al presidente, que se niega, bronca repetida tras la vuelta del torero.

Manzanares I Breña
Manzanares I Breña

El segundo de Manzanares

A su segundo, castaño y engatillado, corretón y abanto, sólo puede hacer labor de brega capotera. En el caballo empuja sin convicción y la puya es puesta en oblicuo. Los palos sólo son correctos. Inicia por alto y luego torea sin conseguir ligar, cayendo e animal dos veces todo lo largo que es.

Con la izquierda, hay tanda cumplida de pases largos. A diestra de nuevo, el toro se calienta y permite la ligazón. De nuevo a zurda, la ligazón sigue. Otra vez por el pitón derecho, el toro se viene arriba y los pases lo llevan en volandas, intercalando algún molinete. Mientras pasea la oreja la palmas por bulerías suenan den los tendidos.

Manzanares I Breña
Manzanares I Breña

Roca Rey

Roca Rey, a su primero, recibe con lances avanzando, pasando a delantales, chicuelinas y revolera en los medios, levantando grandes aplausos. En el peto se duerme mientras hay puya asentada de Molina; el quite va por altaneras (o sea, alternando chicuelinas y tafalleras), cerrando con media y larga natural. Un par muy trasero no obsta para el doble desmontere.

Inicia más allá de la segunda raya, a pies juntos, por alto cerrando con dos de pecho, entre aplausos; en la boca de riego asesta dos tandas ligadas, usando el desprecio, pero en la segunda los pases no salen muy limpios. Con la izquierda, muestra su estilo, con firmeza y pases largos levantando el talón todo lo posible y lo imposible, pasando a desplante y circulares con mucha prosopopeya y mucho arrimón, con toque de muslos (ojedismo puro).

Roca Rey I Breña
Roca Rey I Breña

El segundo de Roca

En su segundo, colorado, bonito, corretón y abanto, da recibo insustancial, sin emplearse ninguno de los dos. Hay mala pelea y mala puya. Chacón se luce en los pares y se niega a desmonterarse. Con la muleta lo saca de tablas y se lo lleva a la boca de riego con una trincherilla; lo siguiente es tanda de tanteo pero aplaudida.

Con la izquierda, en dos tandas busca el temple pero el bicho ofrece desánimo y el de pecho se hace con la derecha. Por esta mano busca acortar distancia y el funo embiste al paso; llega el arrimón y los circulares, y más arrimón entre pitones, añadiendo ración de martinetes. Hacía tiempo que veíamos en el arrastre una división de opiniones. La oreja cae tras petición no mayoritaria pero ruidosa.

Roca Rey I Breña
Roca Rey I Breña

Pablo Aguado

Pablo Aguado, a su primero, acapachado, abanto, lo persigue hasta los medios y allí le saca algunos lances templados y una media lentísima. Lo lleva despaciosamente al caballo por delantales y media; tras un pinchacito y cabeceo en el estribo sale huyendo entre protestas; hay quite por chicuelinas de mano baja y media muy personal con desplante a pie firme, torerísimo. Diego Ramón Jiménez anda bien con los rehiletes.

Brinda al público e inicia con bonita tanda de tablas a medios, terminando con molinete y el de pecho con su sello; siguen dos tandas, con mano baja y pectoral de gran angular, aunque en la segunda se va quedando y tiene que tirar de él. Con la izquierda, en tablas el toreo es comprometido y se desplanta acariciando la testuz con la espada. La preparación va por ayudados por bajo, con mucha elegancia, y desplante.

Aguado I Breña
Aguado I Breña

El segundo de Aguado

En su segundo, que sale enterándose, el saludo queda inédito porque el toro sólo busca irse, no sin provocar un desarme. Es bien cogido por Mario Benítez pero hace mala pelea mientras se aplaude al picador; en la segunda visita hay un pinchacito y la ovación sigue mientras el piquero se va retirando. Con la actuación de ayer y la de hoy, Mario se postula a premio. Hay buenos pares de García y Araujo.

Inicia por doblones y sigue con dos tandas de toreo en redondo ligado, muy aplaudido. Manda parar a la banda de música. Hay otra tanda grande, muy aplaudida; tras un trincherazo el viento se dedica a molestar pero sigue nueva tanda de pases muy conjuntados que arrancan con fuerza palmas por bulerías. Po el pitón izquierdo el toro va también y las palmas echan humo. A diestra de nuevo, torea caminando hacia tablas. Para cuadrar, el toro no ofrece ninguna colaboración y provoca el aviso.

Aguado I Breña
Aguado I Breña

Final

El presidente debutaba hoy y nadie sabía cómo iba a dirigir desde el palco. En el primer toro ha negado una segunda oreja muy pedida y tendrá que explicar por qué. Hemos pensado que no era presidente orejero. Bueno, empezaremos el camino de recuperar el prestigio de la Plaza Real. Sin embargo, luego ha dado una oreja con petición no mayoritaria y ha resultado parecer un presidente de tantos. ¿En qué quedamos? Un presidente puede ser orejero o puede ser no orejero, pero lo peor que le puede pasar es no tener criterio. De paso, no estaría mal que allí donde actúan dos presidentes se coordinen entre ellos para unificar criterios.