Jugando como lo hizo ante Estudiantes, el Súper Agropal Palencia está para lo que se proponga. Cerrando su aro así, será muy complicado tumbarle. 42 rebotes capturaron los locales, 34 de los mismos defensivos, faceta en la que sobresalieron los morados. En ataque tiene jugadores decisivos. En este caso brillaron especialmente Kunkel y Wintering, pero pueden hacerlo muchos más. El caso es que los de Lezkano superaron en todos los aspectos, con mucha energía, a un equipazo como el estudiantil, dando un golpe sobre la mesa y afrontando ahora el partido ante el líder Coruña con una cara muy convincente y positiva. Nueve jugadores participaron en la rotación del Súper Agropal Palencia en el partido, sin Rodríguez, Muñoz —lesionados— y González, aunque con molestias, por decisión técnica.
Después de la ovación para McGrew y Vaulet en la presentación del Movistar Estudiantes, el quinteto formado por Wintering, Kunkel, Borg, Vrankic y Armus estrenaba la nueva primera equipación colegial, con un morado más brillante y eléctrico y los detalles resaltados en un dorado al más puro estilo Los Ángeles Lakers. El frenético ritmo al que jugaban los dos equipos en los primeros compases hacía ver que era un partido de mucha importancia para ambos. Wintering hacía las dos primeras canastas palentinas, lo que otorgaba la primera ventaja para los locales, pero el Estudiantes se ponía al mando con cinco puntos consecutivos de Silverio. Ambos equipos miraban mucho la pintura, donde Armus y Ugochukwu imponían su ley. Kamba culminaba un contraataque y colocaba a los palentinos de nuevo por delante, solicitando Toni Ten el primer tiempo muerto (14-13). El Súper Agropal Palencia quería irse con el dos más uno de Ugochukwu, pero Salin contrarrestaba de igual forma. El caso es que fue Wintering el que, en la última posesión del cuarto, asumió galones para poner el 22-18 con el que finalizó un periodo en el que el tiro exterior casi brilló por su ausencia.
Rompió esa tendencia Borg para abrir el segundo escenario. El Súper Agropal Palencia estaba ganando la batalla del rebote, que se antojaba crucial entre dos equipos muy fuertes en ese aspecto. No había segundas oportunidades para el cuadro visitante, al que castigaba su exjugador Wintering con su espectáculo habitual. Ya eran nueve puntos de ventaja para los morados, pidiendo Ten su segunda pausa (27-18 a 5’57). Silverio parecía devolver la confianza a los suyos desde el triple, pero nada más que un espejismo. Los morados jugaban a su mejor nivel, mostrándose especialmente férreos en defensa y negando cualquier intento visitante. Así, sin tampoco necesitar mucho acierto exterior, estando especialmente bien cerca del aro, llegaba un parcial de 10-0 que solo rompía Granger desde el tiro libre. Se animaba Nwogbo y Lezkano pisaba el freno (37-25 a 1’39). Volvían a la carga los suyos por medio de Kunkel, que desde los 6,75 metros ponía el +15. Los segundos restantes fueron un mano a mano entre el propio Kunkel, coreado por el pabellón, y Nwogbo, que acabó entonado la primera parte, machacando para el 42-29 con el que se llegó al intermedio.
Jugando así está para lo que se proponga – Foto: Juan Mellado
Tras el paso por vestuarios, solo el Súper Agropal Palencia saltó a la pista. El Movistar Estudiantes estaba completamente aturdido, noqueado por un conjunto local arrollador, que rozaba la perfección. El parcial de inicio era de 10-2, liderado por un sensacional Kunkel, que con ocho puntos seguidos, seis desde el perímetro -ya se situaba en los veinte- obligaba a Toni Ten al primer tiempo muerto de la segunda parte, con los morados por encima de los veinte puntos de ventaja (52-31). Silverio era el único que conseguía mover el electrónico visitante, aplaudido por la ruidosa afición estudiantil, que, todo sea dicho de paso, no dejó de animar ni un solo minuto. Oroz, con un triple, devolvía a la realidad el partido, en el que había un equipo que estaba siendo muy superior. Granger ajustó el marcador al término del cuarto (61-41).
Con veinte puntos de ventaja para afrontar el último, la cuestión radicaba en manejar la renta con responsabilidad. La victoria estaba muy cerca, pero una sola desconexión ante un equipo como el madrileño podía ser suficiente para condenar a los locales. Así que en eso se afanaban los jugadores de Natxo Lezkano. Nwogbo se hacía fuerte en la zona y Lezkano llamaba a filas a los suyos (65-45 a 7’13). Calmaba el ritmo el Súper Agropal Palencia, sabiendo que era el Estudiantes el que quería jugar a toda pastilla. Así, con paciencia, Kunkel encontraba el hueco y aumentaba la diferencia. Los locales seguían forzando a porcentajes muy bajos a los visitantes. El partido era redondo. Un curso intensivo de defensa para enseñar en los colegios. Y la diferencia ya alcanzaba los 25 puntos. Los triples de Borg y Vrankic la elevaron más allá de los 30 puntos. Al final fueron 31, dejando a un conjunto como el Estudiantes ligeramente por encima de los 50 (83-52).
Jugando así está para lo que se proponga – Foto: Juan Mellado
Después del subidón, tiempo para descansar y recuperar efectivos en el parón por Ventanas FIBA, de cara a preparar el siguiente partido, que será entre el primero y el segundo de la tabla: Leyma Coruña y Súper Agropal Palencia. Un duelo directo entre dos aspirantes al ascenso que promete muchas emociones.