El partido soñado en la temporada de la ilusión. Poco se le puede pedir a un equipo que está rompiendo semana a semana los registros … históricos de mejor comienzo de la temporada en una en la que, además, celebra su 40 aniversario. Con la de hoy en Lleida, son ya seis triunfos en ocho partidos, pero este pasará a los libros de historia del club también por separado. Instalado en la perfección desde el salto inicial, esta tarde el UCAM convirtió el hostil Barris Nord en el jardín de su recreo para lograr su victoria más abultada en una trayectoria que va ya por 28 temporadas en la Liga Endesa y dejar el 71-107 final en un marcador para el recuerdo.

36 puntos de diferencia que se quedaron a solo dos de la victoria más abultada del club, sin importar condición de local o visitante, y que se llegó a tocar como máxima diferencia dos veces en el último cuarto (50-88, minuto 33). Y se consiguió a base de construir otro récord, el de 22 triples en un partido que no solo son dos más que la anterior del UCAM, también es la segunda mejor marca histórica de toda la Liga Endesa, a solo uno de los 23 que logró el Unicaja hace ocho meses en un partido contra el Real Madrid.

Hiopos Lleida

Batemon (20), Agada (9), Jiménez (5), Ejim (2) y Golomán (3) -quinteto titular- Walden (0), Paulí (19), Zoriks (2), Diagne (7), Sanz (0), Shurna (2) y Krutwig (2).

71

107

UCAM Murcia

DeJulius (15), Ennis (30), Raieste (2), Nakic (10) y Cakok (7) -quinteto titular- Forrest (16), Sant-Roos (2), Radebaugh (15), Falk (0), Cate (4), Diagne (0) y Hicks (6)

  • Parciales:
    18-31, 12-23 (30-54), 18-25 (48-79) y 23-28 (71-107).

  • Árbitros:
    Fernando Calatrava, Martín Caballero y Esperanza Mendona

  • Incidencias:
    Partido disputado en el pabellón Espai Fruta Barris Nord de Lleida correspondiente a la 8ª jornada de la Liga Endesa disputado ante 5.224 espectadores.

Los 30 puntos de Dylan Ennis son su récord como jugador del UCAM, así como sus ocho triples su mejor marca en 217 partidos en la Liga Endesa

Una casi perfección de un grupo especial al servicio de Sito Alonso para no solo hacer de este aroma a Copa del Rey perfume sino parte de su ADN. Porque el UCAM ya obtuvo su primera diferencia de dos dígitos en el primer cuarto (6-16, minuto 4) y de más veinte antes del descanso (30-51, minuto 20). También mostró deseo y, lo más difícil, capacidad para aparcar las emociones de un partido que alzaba la moral del equipo después de pisar la piel de plátano el domingo pasado en casa ante el Breogán para. Enfrascado en uno de los ambientes más difíciles de la Liga Endesa, hizo también suyo el comienzo del tercer cuarto para ya poner más de treinta puntos de ventaja (43-74, minuto 27) y, a partir de ahí, desviar la atención hacia la ristra de récords al alcance de un equipo que ya llevaba 12 triples al descanso y estuvo los 40 minutos del partido por encima del 50% de acierto desde más allá de los 6,75 metros.

Ennis, la estrella más brillante

Habiendo metido sus cinco primeros triples sin fallo en la primera mitad, no podía ser otro más que Dylan Ennis, un hombre que siempre fue el gran anotador de sus equipos y que, esta temporada, después de dos liderando en anotación al UCAM, ha dado un paso al lado para dar la oportunidad a otros sin perder un ápice de su inigualable esencia, quien tuviera el privilegio de firmar histórico récord: suyo fue el vigésimo que lo empataba, el del 61-97 a 4:34 de la conclusión, y el último de tan espectacular exhibición, el del 71-107 cuando solo quedaban 16 segundos en el reloj. En 30 puntos y 8 triples se paraba el canadiense, ambos sus mejores registros con la camiseta del UCAM y el triplista el de toda su carrera en la competición, una de ya más de 200 partidos.

El 21º, el de la nueva marca que ningún equipo murciano había logrado, lo ponía David DeJulius, que los 15 puntos que anotó llegaron íntegramente desde el triple. Fue quien abrió la veda, pues el UCAM comenzaba mandando 0-8 con sus dos primeros, mantenía a raya la reacción local con el tercero del 4-13 y Ennis, con dos suyos, avisaba de que la cosa iba en serio (6-19, minuto 5). Los dos, además, eran desde la misma esquina, donde el escolta se siente menos cómodo. Presagio de lo que se venía en un equipo con cinco triples en menos de cinco minutos.

Los 22 triples del UCAM son el segundo mejor registro en la historia de la Liga Endesa, solo por detrás de los 23 del Unicaja en marzo de este año

La casta nacional de Millán Jiménez y, sobre todo, Oriol Paulí, era lo mejor a lo que Encuentra podía agarrarse para capear el temporal, pero un UCAM que andaba desatado era incluso más agotador de perseguir en posicional, con semejante movimiento de balón, que a la carrera. Y así llegaban dos zarpazos de Radebaugh y Hicks para poner 31 puntos en solo un cuarto (18-31).

El ciclón que no amaina

El vendaval del UCAM podía ser triplista, pero todo nacía en la defensa. Sin ella, era imposible dominar el ritmo del partido. Y, sin este, no se generan espacios para ese arman tan indispensable del baloncesto moderno, seguramente más parecido a lo que tenía en mente el doctor Naismith aquella nevosa mañana del invierno de 1891 cuando quiso entretener a sus alumnos con unas cestas de melocotones. Solo cuando Sant-Roos descansaba encontraba Agada, segundo máximo anotador local, un respiro. Ninguno Batemon, con un ‘rosco’ en la primera mitad. Radebaugh, culpable. La diferencia crecía y crecía y, con un cierre de segundo cuarto idéntico al del primero, con triples de Radebaugh y Hicks en el último minuto, 24 puntos era la diferencia al descanso (30-54).

Más de punto por minuto había de sacar el Lleida al UCAM en la segunda mitad. Difícil, y también imposible, si de nuevo el UCAM mordía primero. El quinto triple de Ennis caía en un Barris Nord que centraba su frustración en la labor arbitral, pero, hasta un robo de Ejim después de un tiro libre de Golomán, iban 19 minutos de partido sin que su equipo sumara más de dos puntos sin respuesta universitaria. Un imperial Radebaugh continuaba sentando cátedra en defensa y, en el relevo de bases, Forrest se apuntaba, por fin, a una fiesta triplista de la que no podía no ser invitado: 43-74, tiempo muerto local, más de 30 en la diferencia y a pensar en el récord.

Uno detrás de otro

Si bien, con esa oficialidad a partido roto que le daba el momento, el Lleida encontró algo de paz mental con que jugar el final del partido, el UCAM no rompió su idea de juego en ningún momento. Un parcial de 2-9 para abrir el último cuarto, con dos triples de un Forrest que disfruta con el viento a favor, igualaban la mayor victoria murciana de siempre (50-88, minuto 33).

Batemon, que había despertado, y Paulí, quisieron salvar el honor al tiempo que no figurar como víctimas en tantas marcas históricas del UCAM, dándose un parcial de 8-0 a su favor (58-88, minuto 35). Sito reintrodujo a cuatro de sus titulares en pista y, con la sociedad DeJulius-Ennis funcionando a pleno rendimiento, el UCAM terminó por llegar al clímax de tan idílico sueño en que, además, se superaron los cien puntos por primera vez esta temporada.

Tiempo para saborear

Como los grandes banquetes que se disfrutan de un día para otro, cuerpo técnico y jugadores del UCAM tendrán tiempo para regodearse en su hito. Llega el parón por ‘ventanas FIBA’ y el próximo partido no será hasta el sábado 6 de diciembre, a las l8.00, en Burgos.