Dentro del terreno de juego fue uno de los mejores centrales de su época. Lo ganó todo con el Barcelona y con la selección española. Y fuera del campo siempre se mostró como un empresario de éxito, diversificando inversiones y mostrando una personalidad arrolladora. … Gerard Piqué nunca dejó indiferente a nadie, capaz de aglutinar incondicionales y acérrimos enemigos. Su cartera en el parqué de los negocios ha sido tremendamente variada, sin ningún temor a los riesgos, aunque algunos de ellos no hayan dado el resultado esperado. Una ambición desmedida con batacazo final. El fracaso de la Copa Davis o los últimos desencuentros en la Kings League son el máximo exponente de sus desmedidas y ambiciosas pretensiones.
Esta semana se está disputando la fase final de la Copa Davis, que arrancó con polémica por la ausencia de los dos tenistas que ocupan los dos primeros puestos del ranking. Carlos Alcaraz adujo unas molestias y Jannik Sinner antepuso el descanso a la defensa de su país. También se borró Lorenzo Musetti (número 8 del mundo) y Pablo Davidovich, segunda raqueta española. Aunque Ross Hutchins, director general de la Federación Internacional de Tenis (ITF por sus siglas en inglés) justificó el abandono de todos ellos, las críticas arrecian y muchos miran a Gerard Piqué y a su herencia en una competición que, aunque antes de su aparición bordeaba la irrelevancia social, gozaba del nombre, la historia y el palmarés. «Son casos particulares», apuntó Hutchins, que valoró que solo tres miembros del Top 20 hayan estado presentes en Bolonia.
Es la herencia de Piqué. Todo comenzó en 2018, cuando el entonces futbolista detectó que las principales raquetas del circuito declinaban defender a su país por un calendario excesivamente apretado, lo que incidía directamente en el interés del público. A través de una de sus empresas, Kosmos, convenció a la inmovilista Federación Internacional de Tenis y adquirió los derechos de la Copa Davis por un periodo de 25 años. Era el 16 de agosto y el faraónico proyecto del catalán arrancaba, no exento de dudas y críticas. «Vamos a invertir 3.000 millones de euros y vamos a llevar la Copa Davis a nuevas cotas», presumió entonces. Implementó un formato de fase final con sede fija y desterró las eliminatorias con equipo local, que eran unas de las señas de identidad del histórico torneo. Madrid fue la elegida para albergar las ediciones de 2019 y 2020, que se vio afectada por la pandemia del Covid-19 y acabó fusionándose con la de 2021.
Entonces ya arreciaron las críticas y el público no respondió como se esperaba, ya que solo la selección española copó la atención de los asistentes. A ello se sumó que la gran cantidad de partidos (hubo 18 equipos) obligara a jugar de madrugada. Piqué trató de atenuar las opiniones con continuos cambios en el formato (número de sedes, cantidad de equipos participantes o una fase final con ocho selecciones). El torneo no remontó.
En 2023 (cuatro años, cuatro meses y 25 días después), Piqué se bajó del carro aduciendo que no podía asumir los costos del torneo, que suponían un pago anual a la ITF de 40 millones de euros, además de los gastos de organización. «El acuerdo era demasiado exigente para nosotros», justificaron desde Kosmos. Las estrellas siguieron dando la espalda al torneo (en las Finales de 2022 disputadas en Málaga solo dos de los 39 tenistas participantes pertenecían al top ten del ranking ATP y entre ellos no había ni un campeón de Grand Slam). Hastiado del tenis, Piqué cerró todos sus negocios relacionados con el deporte de la raqueta. El exfutbolista cambió de juguete y creo la Kings League, pero el legado que había dejado fue ruinoso, a nivel económico y deportivo. Tanto que la ITF decidió regresar a los inicios en este 2025, recuperando las eliminatorias de ida y vuelta, aunque el daño estaba inoculado y ha pasado factura.
Guillermo García López (fue 23 en el ranking, ganó ocho torneos ATP y disputó la Copa Davis de 2013), atiende a ABC. «Con la entrada de Kosmos y Gerard Piqué cambió todo. Quisieron darle un formato en el que pudieran asistir más estrellas y unificarlo todo. Creo que se perdió la esencia de lo que ha sido toda la vida la Copa Davis, jugar en casa y fuera. Y no me parecería mal que se disputara cada dos años. De esta manera, jugadores que están en lo más alto podrían comprometerse y, además, le daría más valor», explica. Y deja caer una idea: «Hacer un referéndum entre los jugadores, que son los implicados, para que decidan entre una serie de ideas. Al final todo se resume a una cuestión de negocio, que por otro lado no deja de ser lógico».
Nico Almagro (llegó a ser 9º del mundo y ganó trece títulos de la ATP, reconocido por tener uno de los mejores reveses a una mano de su generación) formó parte del equipo que ganó la Copa Davis de 2008 en Argentina y también tiene una idea formada que desgrana en conversación con ABC: «Yo siempre he sido partidario del formato antiguo, era todo mucho más especial. Ahora, el ambiente en muchos de los partidos que se están disputando es más frío y desangelado. Kosmos intentó revolucionar el formato. Quién iba a saber que no iba a salir bien. Todos los cambios requieren un tiempo y un periodo de adaptación. Pero este no funcionó». E insiste: «La Copa Davis habría que jugarla con el formato antiguo, como local y visitante, con dos partidos el viernes, el dobles el sábado y los otros individuales el domingo. Llámame antiguo, pero lo hacía mucho más atractivo. Jugar en casa lo hacía muy especial y defender a tu país fuera significaba que te hacía mucha ilusión porque generaba un esfuerzo importante».
Sinner y Alcaraz, críticos
Unas declaraciones a las que se suma Sinner: «Creo que con este calendario, la Copa Davis es difícil que cada año reúna los mejores jugadores del mundo de todos los países». Carlos Alcaraz, una de las grandes ausencia del torneo, también ha opinado sobre el formato de la Davis y ha asegurado que «si fuera cada dos años o tres, el compromiso de los jugadores sería aún mayor». La reflexión del murciano llegaba tras la renuncia de Lorenzo Musetti, la segunda en el equipo italiano tras la de Jannik Sinner. «Estoy de acuerdo en que tienen que hacer algo en este evento, porque creo que jugar cada año no es tan bueno como podría ser si se jugara cada dos o tres años», explicó. Una idea que respalda Andrea Gaudenzi, presidente de la ATP.
Las críticas a Piqué y a su Copa Davis ya comenzaron desde el primer momento. Stan Wawrinka subió un vídeo a las redes sociales donde mostraba las gradas durante el partido entre Suiza y Francia disputado en Manchester: completamente vacías. Y señalaba al que para él era el responsable de dicha situación: «¡Gracias Gerard Piqué e IFT!». El catalán trató de defenderse en ‘Bajo los Palos’, podcast de Iker Casillas: «Intentamos cambiar ciertas cosas y no hay manera. La ITF no quiere cambiar nada. ¿Por qué sacas dos veces en el tenis? Son 30 segundos más de una persona picando la pelota. La gente no quiere ver eso. Tampoco desea ver un juego de cinco minutos con deuce-ventaja-deuce-ventaja. Habría que poner un punto de oro en 40-40». Desde la ITF se sumaron a las críticas. Dietloff von Arnim, presidente de la Federación Alemana de Tenis también le contestó en 2023: «El desastre que hemos experimentado con Kosmos tiene enormes consecuencias financieras para la ITF».
El desliz en la Copa Davis no ha sido el único que ha cometido Piqué en sus inversiones. La Kings League, su gran estandarte para revolucionar el mundo del fútbol, lleva meses envuelta en un clima de desgaste que ya no esconden ni sus propios presidentes. El exazulgrana buscaba un formato capaz de atrapar a un nuevo público. «Si a los jóvenes les vendes los mismos 90 minutos que les vendías hace 20 o 30 años… Ahora hay muchas plataformas con muchos programas, pero antes no había nada, solo había fútbol y por eso te enganchabas y luego consumías el programa deportivo que daba los resúmenes. Esto ha cambiado y por eso el fútbol tiene que tener la capacidad también de cambiar a esa velocidad. Es difícil, pero te tienes que adaptar poco a poco», explicaba Piqué para presentar su torneo de fútbol alternativo. La competición nació como un fenómeno masivo que llegó a registrar audiencias históricas, pero nada tiene que ver con lo que es hoy en día, con críticas de sus propios protagonistas.
La final de la Copa del pasado domingo, con un contundente 16-5 de Porcinos a Ultimate Móstoles, ha sido el detonante que ha vuelto a abrir una nueva oleada de reproches públicos hacia el estado actual del proyecto. El conocido youtuber y streamer español TheGrefg, presidente de uno de los clubes del torneo de Piqué, ha querido enfatizar su creciente sensación de que la competición ya no es lo que era y está dispuesto a desprenderse de su club. «Si alguien quiere comprar mi plaza de la Kings League, está más rebajada que nunca», comentó ante miles de espectadores. «Y si nadie me la quiere comprar, puede ser que la sortee en el chat», añadió. Sus palabras llegan en un contexto crítico para la liga. Que uno de los rostros más mediáticos de la competición se plantee vender su equipo es una señal del desgaste que atraviesa la Kings League.