A punto de cumplir sus veinticinco años de carrera, el almeriense David Bisbal ha hecho casi de todo en el mundo de la música. Comenzó recorriendo las ferias de los pueblos con su orquesta para luego convertirse en uno de los favoritos de la primera … edición de Operación Triunfo. Un salto al éxito que lo convirtió en una de las estrellas musicales del siglo XXI, con miles de discos vendidos y singles que tararean todas las generaciones. Ahora, por si fuera poco, se ha convertido en una especie de Mariah Carey o Michel Bublé a la española con ‘Todo es posible en Navidad’, una gira de conciertos que este sábado aterrizó en Sevilla para dar la bienvenida a las fiestas una semana antes de que lo hagan las luces que alumbrarán más de 300 calles de la ciudad.
Fibes se llenó de una legión de fans que se dejaron llevar por el espíritu festivo de un repertorio de villancicos, clásicos y más actuales, con aires poperos y flamencos, con los que David Bisbal fue el mismo de siempre. No defraudó y eso es lo que esperaban sus fieles, que corearon una tras otra la más de una veintena de canciones del repertorio. Entre ellos estaba el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, junto a su familia. La noche empezó con ganas y con cierto retraso sobre la hora prevista. «Lo bueno se hace esperar», pensaron los devotos de Bisbal entre palmas por bulerías para amenizar la espera. Hasta que los acordes de ‘Navidad junto a ti‘ calmaron la ansiedad y dieron paso a más de hora y media de derroche musical sobre un escenario alfombrado de rojo y con unos cortinajes plateados con aires de sala de fiesta chic.
Bisbal era todo un crooner con pajarita al que arropaba una mini orquesta de cuerda cuando cantó ‘Todo es posible en Navidad’. Pero a partir de ahí dejó los villancicos a un lado y sacó del baúl los grandes éxitos que lo han convertido en una leyenda. Sonaron entonces ‘No amanece’, ‘Esclavo de tus besos’, ‘Dígale’, ‘Silencio’ o ‘¿Quién me iba a decir‘, esta última enfundado en una bandera de Andalucía. Eran las canciones que habían hecho grande su repertorio pero con aires de salsa o jazz que ayudaban a redescubrilas. «Espero que este concierto se quede en el recuerdo», dijo Bisbal. Y su deseo se cumplió.
En medio de la nostalgia, el almeriense recordó que era un concierto de Navidad y volvió a su sino. Fue el turno de ‘Jingle Bell Rock’, ‘Blanca Navidad’, ‘Siempre te recordaré’ (versión del clásico ‘Always on mi mind’ de Elvis Presley) o ‘Te deseo muy felices fiestas’. Un guiño fugaz antes de pasar al momento más intimo de la noche de la mano de ‘Mi princesa’, ‘Me siento vivo’ o ‘A partir de hoy‘. El concierto viajaba de la Navidad a un cotillón de Nochevieja y fue empezando «el calorcito» que le llevó a quitarse primero la pajarita y luego hasta la chaqueta. Salió el David que encandiló a toda una generación, moviendo las caderas y dando giros interminables al son de ‘Corazón latino’, ‘Lloraré las penas’ y ‘Bulería’, que levantaron al público de sus asientos y convirtieron el auditorio en una fiesta con la que viajar al verano de 2001.
El almeriense se marchó a vestuarios, pero su gente seguía teniendo ganas de marcha. Y así fue. Volvió para interpretar ‘Los peces en el río’ en su faceta más flamenca y el ‘Burrito sabanero‘ que ha recuperado como un hit de nuestra época. El «tukituki» rompe caderas de jovencitas y abuelas. Pero la traca final llegó con ‘Ave María’ para cerrar una noche llena de sorpresas que no dejó a nadie indiferente. Porque 25 años después, con David Bisbal todo sigue siendo posible. Hasta una Navidad que sonó a canción del verano.