El argumento es el mismo que empleó el Ministerio de Cultura para dejar escapar el Ecce Homo de Caravaggio, una obra maestra del pintor italiano que hoy podría permanecer en la colección del Museo del Prado y que por la desidia del Ministerio de Urtasun terminó en manos privadas.
Solo la generosidad del nuevo propietario permite disfrutar de ese Caravaggio único en la pinacoteca madrileña. De momento, hasta 2027, después, aún no se sabe.
Defendía entonces el Ministerio de Cultura que el Caravaggio excedía lo que podía desembolsar por su adquisición y, con ese mismo argumento, el Gobierno dejó escapar en subasta una talla de madera policromada y estofada del siglo XVIII que representa a la Virgen con el Niño, informó Europa Press.
Si bien el Ministerio ha declarado que la talla es inexportable, y que por lo tanto no podrá salir de España, lo cierto es que se ha dejado escapar una nueva obra maestra que podría contribuir a engrandecer las colecciones nacionales.
Cabe recordar que el Ministerio gastará casi 14 millones de euros en transformar los museos de Antropología y de América «desde una perspectiva decolonial, antirracista, intercultural y contemporánea», 94 millones en la construcción de una biblioteca en Barcelona y más de 7 millones de euros en adquirir la Casa Gomis también en Barcelona.
La renuncia a la talla dieciochesca la comunicó el Ejecutivo en una respuesta escrita remitida al Congreso de los Diputados, tras una consulta presentada por el grupo parlamentario Vox, a la que ha tenido acceso Europa Press.
En dicha pregunta, la formación solicitaba aclaraciones sobre si el Gobierno tenía intención de ejercer el derecho de adquisición preferente durante la subasta de esta pieza.
El Ministerio de Cultura, encargado de gestionar este tipo de adquisiciones patrimoniales, ha explicado que no procedió a comprar la obra debido a que su precio superaba el límite presupuestario destinado a la adquisición de bienes culturales mediante el derecho de tanteo. La pieza finalmente fue adjudicada a un coleccionista privado.
No obstante, el 17 de septiembre, la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español propuso que la escultura fuera declarada inexportable. Esta medida fue comunicada de inmediato a la sala de subastas, que informó públicamente a todos los interesados antes de la celebración del acto de venta.
En su respuesta parlamentaria, el Gobierno ha explicado los motivos de esta actuación: «La declaración de inexportabilidad, como su propio nombre indica, es una medida cautelar que la Administración del Estado puede adoptar en el ámbito de sus competencias, siempre que las circunstancias lo aconsejen, para evitar la salida de España de un determinado bien de nuestro patrimonio cultural».
De este modo, aunque la talla no pasará a formar parte de una colección pública, se garantiza que permanecerá dentro del territorio nacional, preservando su valor histórico y artístico como parte del legado cultural español.
Esta decisión se enmarca dentro de las competencias del Ministerio de Cultura para proteger bienes considerados de relevancia patrimonial, incluso cuando no sea posible acometer su compra directa.
Queda por ver ahora si el propietario particular que se hizo con la escultura plantea algún recurso frente a la declaración de inexportabilidad o si, por el contrario, acepta conservarla dentro de España conforme a la normativa vigente.