Hasta tres horas después de la finalización del Gran Premio de Las Vegas, uno tenía la sensación de que McLaren y Lando Norris habían jugado con fuego en la antepenúltima prueba de la temporada. Pasado ese tiempo se confirmó que la escudería británica y su principal apuesta para volver a coronarse 17 años después de la última vez, quedaron completamente chamuscados. Una irregularidad en los bólidos de Lando Norris y Oscar Piastri, la pareja de la escudería de Woking (Gran Bretaña), que habían terminado el segundo y el cuarto, respectivamente, hizo que el Mundial entrara en erupción de forma absolutamente inesperada para dicha de Max Verstappen, que inicialmente iba a abandonar la ciudad que nunca duerme con remotas posibilidades de revalidar el título. Ahora, después de un galimatías burocrático que se alargó hasta altas horas de la madrugada, lo hizo completamente metido en la pomada.
El holandés fue el más rápido este sábado por la noche, circunstancia que le llevó a sumar su sexta victoria del curso, una de las más importantes de su trayectoria por lo que puede llegar a suponer. La segunda plaza de Norris colocaba al chico de Somerset en una posición tan privilegiada que hasta le permitía poder cantar el alirón el fin de semana que viene, en Qatar. Sin embargo, la investigación que los comisarios de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) pusieron en marcha nada más acabar la prueba, terminó como el rosario de la aurora para la tropa de los bólidos papaya.
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Las alarmas saltaron a las 23.29 de la noche en Las Vegas, cuando un documento oficial de la FIA desvelaba que el grosor del patín de resina de la parte inferior de los dos MCL39 no llegaba a los nueve milímetros que estipula el artículo 3.5.9 de la normativa técnica, como medida mínima. En este sentido vale la pena destacar que Lewis Hamilton ya fue descalificado del último Gran Premio de China por ese mismo motivo, igual que Nico Hulkenberg, en el de Bahréin. En un primer impulso, el organismo regulador llamó a declarar a los dos pilotos investigados y a representantes de su equipo, para que ofrecieran una versión que, de cualquier forma, difícilmente iba a librarles de la sanción, cuya confirmación llegó en un comunicado emitido a las dos menos cuarto de la madrugada. No deja de ser sorprendente que la decisión final no llegara hasta cuatro horas después de que Verstappen se proclamara ganador del gran premio, sobre todo por la claridad del reglamento.
Con este giro de guion de última hora, George Russell pasó de cerrar el podio a concluir el segundo, mientras que Kimi Antonelli, su vecino en el garaje de Mercedes, figurará el tercero después de haber finalizado el quinto. Al margen de esa sacudida, que también afectó a Carlos Sainz (quinto) y a Fernando Alonso (undécimo), el efecto más relevante es el que tiene en la gresca por el campeonato, que se pone al rojo vivo. Así las cosas, Norris sigue al frente de la tabla general, aunque ahora con solo 24 puntos de margen sobre Verstappen y Piastri, empatados en la segunda posición, y cuando todavía hay 58 puntos en juego. En una semana, la caravana desembarcará en Qatar, donde el año pasado ganó ‘Mad Max’ y donde tendrá lugar la última prueba al sprint de este 2025.
Antes del castigo impuesto a los McLaren, Norris disponía de una clarísima bola de partido para cerrar el Mundial allí, pero ahora todo parece dispuesto para que la cosa no se decida hasta Abu Dabi, de aquí a 15 días y donde Red Bull y su buque insignia ya saben lo que es celebrar el alirón en un final agónico. Que se lo pregunten, si no, a Mercedes y a Lewis Hamilton, incapaces de levantar cabeza desde aquel domingo de diciembre de 2021.