Sigifredo Ledesma, empresario, en un podcast de elhombredescalzo, comenta que “pensaba que con mil olivos podía vivir, y no se puede ni con dos mil ni con tres mil”. Esto es debido a que el precio de la aceituna es muy variante según el año.
“La aceituna un año vale 60 céntimos y otro 1,50 euros”, comenta Ledesma. El año en que su precio es más caro todos compran coches, casas y se van de viaje, pero este empresario cuenta que, cuando baja la rentabilidad, todo cambia: “La aceituna tradicional, si le quitas coste, no sacamos nada. Si tú le quitas el precio de lo que vale el abono, le metes mano de obra de corte, horas de tractor, le metes la cogida, tú no ganas una perra a eso”, reflexiona.
Los números parecían favorables
Ledesma hace esa reflexión debido a su experiencia, dado que él, cuando planteó abrir un negocio, la aceituna se encontraba en 0,80 céntimos. Entonces, cuando realizó los cálculos, estos eran bastante positivos sobre cuánto ganaría si empezaba a invertir en este sector, dado que obtendría un 20% de rentabilidad todos los años de por vida, dado “que el olivo no se muere”.
Cuando realizó todas las inversiones necesarias para poner este negocio en marcha, se dio cuenta de que la aceituna se encontraba a 40 céntimos, la mitad de lo que pensaba: “Me encontré con mil olivos ruinosos, porque no me daba para vivir. Acostumbrado a lo que yo ganaba con el coche. Por eso te digo que fue una inversión que, si llega a ser ahora, no me gasto ese dinero”, comenta.
“Ahora tengo casi tres mil olivos, pero lo he hecho porque esto es un ingreso más en mi actividad; no me dedico solo a los olivos. Si me dedicase solo a los olivos, andaría de cabeza”, reflexiona este empresario.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí