La colección de thrillers de Netflix suele ser un éxito asegurado, pero cada cierto tiempo la plataforma sorprende con una propuesta que lleva el género un paso más allá. Ese es el caso de El cuco de cristal, la reciente miniserie basada en la novela homónima de Javier Castillo, un misterio que mantiene al público en vilo desde el primer minuto y que ya se perfila como uno de los títulos más comentados del mes.
¿De qué se trata El cuco de cristal?
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Catalina Sopelana es la protagonista de El cuco de cristal.
Netflix
La historia se desarrolla en Yesques, un pequeño pueblo ficticio marcado por una serie de desapariciones que nadie ha logrado explicar.
Todo comienza cuando Clara (Catalina Sopelana), una médica madrileña, necesita con urgencia un trasplante de corazón para sobrevivir. Tras la operación, queda obsesionada con descubrir quién fue la persona que le permitió seguir con vida. Aunque en España la identidad de los donantes es confidencial, Clara finalmente averigua que su nuevo corazón perteneció a Carlos Ferrer, fallecido en un accidente automovilístico. Decidida a ofrecer sus condolencias, viaja a Yesques, y allí descubre que la historia es mucho más oscura de lo que imaginaba.
El pueblo arrastra tres décadas de desapariciones sin resolver, incluido el caso del propio padre de Carlos, Miguel (Alejandro García), cuyo cuerpo jamás apareció. A medida que avanza su investigación, Clara queda atrapada en los secretos del lugar hasta toparse con aquello que ni la policía había logrado descifrar. El pasado retorcido de Yesques recuerda a algunos de los misterios más icónicos de las últimas décadas.
La serie española recuerda a los misterios sombríos y profundamente atmosféricos de producciones como True Detective. Al igual que en la serie de HBO, Clara se ve arrastrada a un mundo desconocido, teñido de superstición y traumas que se remontan a generaciones anteriores.
Quienes quieran sumarse al misterio ya pueden ver El cuco de cristal en Netflix.