¿Cómo se protege hoy de tanta exposición?
Gestionar lo que es público y lo que es privado es un sacrificio que hacen todos los famosos, no solo yo. No obstante, para mí es más natural porque siempre he amado la soledad. Sé mantenerme ocupado, tengo muchas aficiones. Veo la soledad como una recompensa.

¿Cómo es el amor a los 36 años?
Ya no haces las locuras de los veinte. Maduras, te conviertes en otra persona. Hoy busco la sencillez, el hogar, la tranquilidad. En el amor, lo que cuenta es cómo te sientes entre cuatro paredes: si puedes pasar tres meses encerrado en casa con alguien y reírte a diario, esa es la persona adecuada.

¿Le gustaría tener hijos?
Este año he pensado en ello más de lo normal. Pero mi vida es complicada: viajo todo el tiempo, vivo en platós. Ahora estoy en España, luego vuelvo a Roma. Encontrar una base es difícil, y también lo es encontrar una mujer que pueda seguir este ritmo. A veces, os queréis pero vivís en ciudades diferentes. A veces me pregunto: si tuviera un hijo, ¿dónde viviría? ¿Qué idioma hablaría? No tengo respuestas fáciles.

¿Le gusta vivir en Roma?
Vivo aquí desde hace cinco años. Para mí lo importante no es la ciudad, sino la casa, y vaya donde vaya puedo hacer de ese lugar mi hogar. Después de vivir en un hotel, me mudé cerca del Coliseo, pero aquello fue un error: demasiada exposición. A los 30 me gustaba esa locura, la sensación de conquistar un mundo nuevo. Ahora busco la serenidad. Vivo en una zona más apartada, nadie tiene mi dirección. No porque no quiera a mis fans, los quiero mucho, sino para protegerme. Ser turco me ha ayudado: somos gente práctica, nos adaptamos rápido. Y en esto, los italianos y los turcos somos parecidos.

¿Qué relación tiene hoy con sus padres?
Mi padre vive en Bodrum con mi tío, le encanta estar solo, como a mí. Mi madre también está allí: se jubiló y ahora es una apasionada del tango. Se le da muy bien, organiza festivales y muchos de mis fans se han convertido en sus alumnos. También tiene a sus gatos. Estamos lejos, pero nuestros corazones siempre están cerca.

¿De qué se siente más orgulloso?
De mi trabajo, de mi familia. Me siento orgulloso de todo, incluso de mi signo del zodiaco, soy escorpio. Estar orgulloso es una elección: no quejarse, no hacerse la víctima. Siempre busco el lado positivo, incluso en los sacrificios.

Ahora que llegamos al final, le pregunto: su última entrevista en Italia fue hace cuatro años, con Vanity Fair. Después, nada más. ¿Qué le impide contar su historia?
Aunque parezca muy seguro de mí mismo, las entrevistas me ponen nervioso. Hablar de mí mismo, en un momento en el que todo está descontextualizado, resulta complicado. Me ha pasado que me hayan recortado algunas frases y las hayan utilizado en mi contra. Así es como aprendes a protegerte. Opté por hablar poco y dejar que mi trabajo hablara por mí. Como dicen los futbolistas: responderé en el campo.

Camisa y pantalón de Emporio Armani. Collar y anillo Giovanni Raspini.

Camisa y pantalón de Emporio Armani. Collar y anillo, Giovanni Raspini.

Polo pantalón y cinturón de Dolce amp Gabbana. Reloj Speedmaster de Omega. Zapatos de Church's.

Polo, pantalón y cinturón de Dolce & Gabbana. Reloj Speedmaster de Omega. Zapatos de Church’s.

Fotografía: David Slijper. Reportaje: Aurora Sansone. Ha colaborado: Marco Pilone Poli. Barbería: Concetta Argondizzo de Agencia Simone Belli. Sastrería: Palmira Di Cesare.
Producción: For Production.