El sumario del caso mascarillas de Almería, que ha provocado la dimisión del presidente del PP de Almería, Javier Aureliano García, y su mano derecha en la Diputación de esta provincia, Fernando Giménez, acredita buena parte de las sospechas sobre el contrato de 2 millones en material sanitario que investiga el Juzgado de Instrucción número 1 de Almería.

El informe de la Unidad Central Operativa (UCO) sobre cohecho, fraude y malversación en el seno de una organización criminal detalla que el principal investigado, Kilian López, administrador de Azor, desvió el 46,42 % de los fondos que la Diputación de Almería le abonó por contrato del material sanitario que firmó –vía decreto– Javier Aureliano García. En concreto, de los 2 millones de euros desviaron 945.297 euros a la empresa CORPFAM, propiedad del propio Kilian López, amigo personal del exvicepresidente de la Diputación de Almería, Óscar Liria, al que la UCO sitúa en la cúspide de la trama.

A lo largo de toda la investigación, la UCO relata el cúmulo de indicios que apuntan a que esta compañía fue beneficiada con este contrato por su relación con altos cargos de la Diputación de Almería. Ni se dedicaba al negocio del sector sanitario –se dedicaba al mármol–, ni tenía capacidad para entrar en un pedido tan costoso como este.

La cuenta corriente de la empresa AZOR –del empresario Kilian López– donde la Diputación de Almería transfirió el pago de las mascarillas tenía «solo 2,75 euros», según la investigación de la UCO, «lo que refuerza las dudas sobre la solvencia económica de AZOR para acometer un contrato de más de 2 millones de euros».

La UCO apuntala sus sospechas sobre esta operación basándose en otro detalle que no les cuadra. AZOR no obtuvo beneficio económico alguno del contrato público (más allá de los gastos financieros y de gestión del contrato, que ascendían a 36.300 euros) porque el dinero que recibió de la Diputación de Almería –1.999.886 euros– lo ingresó íntegramente en una cuenta del DBS Bank Hong Kong a título de LIGROUP CHINA, la compañía que se encargó de adquirir el material sanitario. Esta «circunstancia no resulta coherente desde un punto de vista comercial», apuntaron los investigadores en su informe.

Sus sospechas iban por buen camino. Solo unos días después de aquella transferencia a Hong Kong, la empresa AZOR recibió un pago por 945.297 euros procedente de la misma cuenta de LIGROUP CHINA donde AZOR había ingresado los 2 millones por las mascarillas.

Un pago que alertó a los agentes de la UCO

Ese pago llevó a los agentes de la UCO a concluir que «mediante una triangulación, el beneficio de la operación quedó depositado en una sociedad ajena al contrato público, habiendo interpuesto una sociedad con cuentas en Hong Kong a modo de cortafuego que eliminaba el rastro del dinero entre las dos sociedades controladas por Kilian López».

La UCO cree que Kilian se concertó previamente con algunas personas de LIGROUP CHINA para que falsearan el importe de la venta del material sanitario «haciendo constar en la factura de compraventa como importe total 1.999.886 euros» y «en segundo lugar para que desviasen parte de los fondos públicos (945.297 euros) a la cuenta de CORPFAM».

El juez detectó pagos de Kilian López a Óscar Liria, exvicepresidente de la Diputación, que fue el intermediario de esta operación en la que están implicados el exvicepresidente, Fernando Giménez, y el expresidente, Javier Aureliano García. Los investigadores apuntan a que pudieron repartirse 400.000 euros en comisiones.

Durante toda la investigación, la UCO detalla que el propio Kilian López confesó a su madre que planificó pagar las comisiones a los cargos de la Diputación de forma «fraccionada».