Es habitual escuchar y utilizar el término ‘reality show’. Solo hay que echar un vistazo a la parrilla televisiva. Son muchos los que sueñan con formar parte del género; solo hay que echar un vistazo a la recién estrenada edición de ‘Gran Hermano’. Sin embargo, hubo un momento en el que los espectadores no sabían a qué se enfrentaban. El 16 de septiembre de 1999 se encendieron las cámaras de ‘Big Brother’, un formato holandés que no se parecía a nada que se hubiera emitido hasta entonces. 

Por primera vez, los protagonistas de un programa de televisión no eran cantantes ni actores de moda, tampoco eran las celebrities del momento. ‘Big Brother’ reunió en una casa repleta de cámaras a un grupo de anónimos. Su realidad se convirtió en un fenómeno mundial y definió el concepto de «telerrealidad».

Gran hermano

‘Gran Hermano’ llegó a España en abril del 2000. Desde entonces, se han emitido 31 ediciones, entre versiones anónimas, VIP, DÚOS y reencuentros

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Gran Hermano

La final de ‘GH 1’ ostenta el récord en cuota de pantalla con el 70,8% (y 9 millones de espectadores). Sin embargo, la final más vista en número de espectadores fue ‘Operación Triunfo 1’ con 12 millones. Estas cifras son inimaginables a día de hoy

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A España llegó apenas unos meses después: el 23 de abril de 2000. Fue el segundo país en hacerle un hueco en su parrilla televisiva. Superó cualquier tipo de expectativa. Nueve millones de espectadores (70,8% de share) vieron a Ismael Beiro llevarse los 20 millones de pesetas (120.000 euros) del premio. Desde entonces, se han desarrollado un total de 31 ediciones de ‘Gran Hermano’ entre versiones anónimas, VIP, DÚOS y reencuentros. Después de un tiempo en los cajones de Mediaset –desde 2017–, el formato regresó el año pasado volviendo a anotar cifras récord para la cadena.

Gran Hermano

‘Gran Hermano’ ha preparado una nueva casa con el doble de espacio para sacarle aún más partido a la convivencia de sus concursantes

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18 perfiles con un mismo objetivo: ganar ‘Gran Hermano’

Telecinco quiere repetir hito esta temporada televisiva. Para ello, ha preparado una nueva edición. Hablamos con Pau Sabaté, experto en imagen y marca personal, para analizar si realmente han regresado a sus orígenes para repetir el éxito de ediciones anteriores. «La vigésima edición de ‘Gran Hermano’ vuelve a demostrar que un reality no es solo convivencia y juego. También es un escaparate de mucha visibilidad donde cada concursante proyecta una imagen que el público interpreta, evalúa y compara. Cada gesto y cada actitud contribuyen a construir una marca personal que puede consolidarse o derrumbarse en cuestión de días», expone el experto.

La marca personal dentro del reality se construye «día a día y con coherencia». «Las primeras semanas no determinan el concurso entero, pero sí dejan claro quién ha entrado con una identidad sólida, quién se ha perdido en su propio personaje y quién tiene aún margen para reconstruirse», adelanta Pau Sabaté. Desde el primer programa, la casa ha reunido a dieciocho perfiles muy distintos entre sí, diseñados para generar contraste y para representar formas diversas de relacionarse: «No hace falta utilizar términos técnicos para entender que cada uno llegó con una identidad clara o, al menos, con una intención clara de cómo querían ser percibidos».

Desirée y Rocío GH

Desirée y Rocío son dos amigas que compartían el sueño de entrar juntas a ‘Gran Hermano’. Sin embargo, esta unión puede jugar en su contra

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Desirée y Rocío, ambas de 31 años y peluqueras de Jerez, entraron como «dúo inseparable». Para Pau Sabaté, esta unión les aporta seguridad emocional: «Pero reduce su margen de crecimiento individual y en televisión. Dos personas tan fusionadas suelen tardar más en ser comprendidas por separado», expone.

Diego GH

Diego fue señalado como el tercer expulsado de ‘Gran Hermano’ tras una ajustada votación frente a Belén y José Manuel. Noah y Sofía ya fueron eliminados el pasado domingo

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Diego, militar de 34 años, se ha mostrado desde el principio como «alguien seguro de sí mismo y consciente del efecto de su actitud». El experto señala que su declaración inicial, –“Donde pongo el ojo, pongo la bala”– define un estilo directo que lo hace visible, pero que puede limitarlo si no muestra más matices. Le resultará difícil hacerlo desde el plató de ‘Gran Hermano’, pero es la única oportunidad que tiene para hacerse un hueco en la parrilla televisiva tras ser el tercer expulsado de la edición

Paula, por su parte, basa su identidad «en la coherencia con sus creencias». «Al afirmar que pone “a Dios en el centro”, se presenta como alguien con los principios firmes y le gustará más o menos al público, pero su mensaje se percibe estable», aclara. 

Belén Gran Hermano

Belén tiene una tienda online de ropa y es una orgullosa modelo curvy. Asegura que lo vive todo intensamente, aunque, de momento, en la casa se ha mostrado tranquila y con las ideas claras

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Belén, de 41 años, se muestra «natural, sin artificios y sin ganas de exagerar». Para Pau Sabaté, su perfil maduro y seguro puede necesitar tiempo para conectar con la audiencia: «En las primeras semanas suele fijarse más en las emociones intensas que en las personalidades equilibradas, pero su autenticidad juega a su favor».

Aquilino Gran Hermano

Aquilino se ha mostrado como uno de los concursantes más honestos. Se ha sincerado sobre el bullying que sufría de pequeño y ha confesado los sentimientos que tiene por Paula: «Pero ella tiene novio». 

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Aquilino, con 31 años, demuestra una conciencia notable del formato al definirse como “el formato de GH hecho carne”. «Este enfoque puede ser útil para moverse en el concurso, pero también puede generar dudas si el público interpreta sus acciones como demasiado calculadas para ajustarse al formato», añade el experto en imagen y marca personal.

El caso más evidente de desgaste en estas primeras semanas es el de Aroa, de 22 años. Entró con una frase muy clara: «Tengo 35.000 personalidades». «Pero esa forma de presentarse terminó jugando en su contra. La audiencia necesita identificar una línea coherente en quien observa, y la propia descripción de Aroa generó más confusión que claridad», señala Pau Sabaté.

Aroa y Patricia

Aroa y Patricia han protagonizado varios encontronazos. Uno de los más tensos, por la desaparición de un bote de cacao

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Sus enfrentamientos con Patricia se convirtieron rápidamente en el eje de su presencia en la casa. «La confrontación constante la redujo a un único rasgo: el conflicto. Cuando un participante queda encerrado en un comportamiento así desde el inicio, la percepción se estrecha y el margen de recuperación disminuye», señala. El resultado fue evidente: la primera expulsión de la edición, con apenas un 12,9% de apoyo.

Las primeras estrategias de ‘GH20’

Pau Sabaté señala que las nominaciones ya han empezado a dibujar la estructura interna del grupo. «La obligación de nominar por parejas reveló afinidades y tensiones. La lista inicial dejaba señalados a Mamadou, Belén y Diego, pero la maniobra de Aroa desde el Oasis cambió por completo el resultado, concluyendo con Belén, Diego y José Manuel como nominados definitivos», expone. «Mientras esto ocurría, Paula y Patricia obtuvieron la inmunidad que les permitirá reforzar su posición sin el desgaste que implica la nominación», añade.

Una nueva casa para sacar aún más partido 

Por segunda vez en su historia, ‘Gran Hermano’ ha cambiado de ubicación. La primera edición se desarrolló en unas instalaciones que habían preparado en Soto del Real. Entonces, ni la cadena ni la productora (Zeppelin) eran conscientes de la repercusión que iba a tener el formato. Cientos de curiosos se agolpaban en las inmediaciones de la casa. Esto provocó la primera mudanza. Se trasladaron a Guadalix de la Sierra huyendo de los curiosos y siendo conscientes de los requisitos que debían cumplir para garantizar el aislamiento de los concursantes.

Gran Hermano casa tres cantos

La nueva casa de ‘Gran Hermano’, situada en Tres Cantos a solo diez minutos en coche del plató, cuenta con más de 1.700 metros cuadrados

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Ahora, 31 ediciones después, han vuelto a mudarse. Esta vez, a Tres Cantos. Solo a diez minutos en coche del plató. Se trata de una casa enorme, que cuenta con más de 1.700 m2: 1.150 para la convivencia, 250 metros cuadrados de la nueva nave de pruebas y 300 para el nuevo control de realización.