Portada del disco ‘Maame’, de Cheikh Lô. – Cheikh Lô, ‘Maame’

¿Quién es? Forma para del trío de grandes músicos del pop senegalés, junto con Youssou N’Dour y Baaba Maal. Un Cheikh Lô que se lo toma con calma: este es su primer disco en una década.

¿Es tan bueno Maame? Lô ofrece un aluvión de ritmos siempre tintados de africanismo e hilados por su voz tribal y armónica. La música cubana, el reggae, el soul, el blues, el jazz… Por todo pasa arropado por percusiones africanas, metales o guitarras eléctricas. Lô canta sobre su religión, el islam, y sobre política con un objetivo crucial: África libre. Música para bailar y luchar.

Portada del disco ‘Apple Of Life’, de Dom Mariani. – Dom Mariani, ‘Apple Of Life’

¿Quién es? Institución del rock australiano, Dom Mariani ha puesto su talento para bandas como The Stems, The Someloves, DM3 o Datura4.

¿Es tan bueno Apple Of Life? Desde el momento en el que se inicia el álbum, con Breakaway, se rememora el sonido del power-pop setentero, de Badfinger o Raspberries. Mariani gusta de incursionar en otros estilos (blues, folk-rock, country-rock), pero se siente en la gloria componiendo temas que desde la guitarra cuidan las armonías vocales (qué bien canta este hombre) y proponen estribillos pegadizos. Este disco está lleno de todo eso.

Portada del disco ‘El último vals’, de Miguel Ríos. – Miguel Ríos, ‘El último vals’

¿Quién es? Con 81 años, el canónico rockero español se siente con energía para editar discos y salir de gira. Bravo por él.

¿Es tan bueno El último vals? Quizá ya no se esperaba un buen álbum de rock and roll de Miguel Ríos, precisamente porque ya ha grabado muchos. Pero dejen paso a otro. Con la producción y las guitarras de José Nortes y la destreza con varios instrumentos de Luis Prado, Ríos escribe sobre llegar a la última etapa de la vida, aporta un par de baladas preciosas, se indigna por el trato que le damos en el primer mundo a los migrantes y se ríe de sí mismo con aquella caída (viral) que sufrió en el concierto de Ojete Calor. Todo a ritmo de rock, de country o de swing y con un sonido recio, potente. Después de escuchar el disco toca disfrutarlo en uno de sus conciertos.

Portada del disco ‘Snocaps’, de Snocaps. – Snocaps, ‘Snocaps’

¿Quiénes son? Las hermanas estadounidenses Crutchfield, Alison y Katie; esta última graba con el nombre de Waxahatchee, que facturó uno de los discos esenciales de 2024, Tigers Blood.

¿Es tan bueno Snocaps? Alison y Katie comenzaron con el grupo de punk P.S. Eliot, se separaron para seguir con carreras propias y ahora se reúnen para Snocaps, que salvo cambio de última hora tienen decidido dar unos conciertos y luego desaparecer para volver a sus proyectos. Acompañadas de MJ Lenderman, otro crack, entregan un fastuoso álbum de indie-rock que nos trae el recuerdo de intérpretes que nos dieron muchas alegrías en los noventa, como Juliana Hatfield o Belly. Las dos se alternan en las voces o cantan juntas para construir piezas de guitarras en busca de melodías adherentes, preciosas unas, saltarinas otras. Un gustazo.

Portada del disco ‘The Roar of Silence’, de Greg Pope. – Greg Pope, ‘The Roar of Silence’

¿Quién es? Un músico de Nashville que alcanza con The Roar of Silence su disco número once.

¿Es tan bueno The Roar of Silence? Siempre que publica álbum, Greg Pope nos obliga a recomendarlo en esta sección. Nunca falla el músico estadounidense, sobre todo a los que disfruten escuchando a la ELO, Mathew Sweet, Velvet Crush o Jason Faulkner. Pope convierte el pop en catedrales construidas por melodías.

– Sessa, ‘Pequena Vertigem de Amor’

¿Quién es? Sessa es el alias artístico que se ha buscado Sérgio Sayeg, un hedonista músico brasileño que con este Pequena Vertigem de Amor cumple su tercer disco.

¿Es tan bueno Pequena Vertigem de Amor? Si en sus anteriores álbumes Sessa le cantaba al amor y al deseo, ahora se queda solo con el primer concepto, porque ese sentimiento está propiciado por la paternidad. La condición de padre no transforma su música en empalagosa. Sessa propone pop de pulsión latina, funk carioca o samba psicodélica. Canciones tonificantes que acarician gracias a la sensual y calmada voz del protagonista. Por mucho que se escuche no cansa.

Portada del disco ‘Everybody Scream’, de Florence & the Machine. – Florence and the Machine, ‘Everybody Scream’

¿Quiénes son? La banda de la londinense Florence Welch, que con Everybody Scream alcanza su sexto disco.

¿Es tan bueno Everybody Scream? Existe el pop de estadio de colorines de Coldplay y el turbio y barroco de Florence & the Machine. Juegan con la misma materia prima: canciones con ganchos coreables. Este disco contiene muchas de ese tipo, aunque, con respecto a entregas anteriores, la música de los ingleses se presenta un poco más oscura. Seguramente tiene que ver con un problema grave de salud de Florence Welch, que se expresa con unas letras más sombrías de lo habitual. Su portentosa voz, sus alaridos, su capacidad para pasar de la dulzura a la angustia atraviesan un disco que ganará cuando se ofrezca en directo.

Portada del disco ‘Catalan Graffiti’, de Sidonie. – Sidonie, ‘Catalan Graffiti’

¿Quiénes son? Veinticinco años en 2026 del primer disco de Sidonie y el trío catalán demuestra que se puede vivir en la zona media entregando con regularidad buenos discos y ofreciendo conciertos siempre divertidos.

¿Es tan bueno Catalan Graffiti? Este es el primer álbum en catalán del trío. Otro idioma, pero se mantiene el sello Sidonie. Catalan Graffiti propone un festival de melodías, de estribillos pegajosos, de rock que pica de la faceta más bailable de The Cure, de los Byrds y, claro, de los Beatles, a los que dedican una canción, Els Beatles. En los textos el grupo expone las cavilaciones de tipos de mediana edad baqueteados en el amor y con una firme intención por disfrutar de las cosas buenas que todavía quedan por vivir.

Portada del disco ‘Sad and Beautiful World’, de Mavis Staples. – Mavis Staples, ‘Sad and Beautiful World’

¿Quién es? Da escalofríos pensarlo: Mavis Staples comenzó su carrera en los años 50 del siglo pasado. Ya estaba cantando con su grupo familiar, The Staple Singers, antes de que triunfara Elvis Presley. Y además, luchando, en primera línea, en pro de los derechos civiles. Con 86 años sigue en activo viviendo una reluciente nueva etapa arropada por músicos delicatesen.

¿Es tan bueno Sad and Beautiful World? Un disco con muchos colaboradores y de versiones, pero no el álbum típico con estos dos elementos. Los invitados (Buddy Guy, MJ Lenderman, Waxahatchee, Bon Iver, Bonnie Raitt, Nathaniel Rateliff) acompañan en un segundo plano y apenas se les siente. En realidad, están allí, embelesados escuchando a Mavis. Y las versiones (Tom Waits, Leonard Cohen, Curtis Mayfield, Sparklehorse, Gillian Welch) están especialmente escogidas para expresar el ideario vital de la protagonista: el no a la guerra, el poder para la gente, el apoyo comunitario del vecindario, la búsqueda espiritual… La voz acerada y profunda de Mavis ofrece 40 minutos de gloria.

Portada de ‘The Bootleg Series Volume 18: Through The Open Window 1956-1963’, de Bob Dylan. – Bob Dylan, ‘The Bootleg Series Volume 18: Through The Open Window 1956-1963’

¿Quién es? Con 84 años, Bob Dylan continúa de gira. Si alguien se anima, esta semana le pondrán disfrutar en Dublín. Mientras, no deja su proyecto de revisar por periodos su carrera rebuscando en el cofre piezas inéditas y grabaciones de conciertos que llevan años en el mercado pirata.

¿Es tan bueno The Bootleg Series Volume 18? Habría que haber estado en el ambiente contracultural neoyorquino de principios de lo sesenta para ver el impacto que causaron las primeras escuchas de Master of War, tema que recoge este lanzamiento en una grabación alternativa. Nos hicimos una idea con la reciente película A Complete Unknown, cuando Dylan interpreta sus primeras canciones con profundidad política: lo dice todo la reacción alucinada de Pete Seeger o Joan Baez. Dylan puso patas arriba la escena folk de la época, y era solo el principio. Este Volume 18 se centra en su etapa inicial, desde su primera grabación conocida, en una tienda en 1956 y con un sonido quincallero, como no podía ser de otra forma. Durante la escucha del abundante material se aprecia la evolución del músico, de un adolescente flipado con el incipiente rock and roll a ídolo folk de Greenwich Village. La joya es un directo de 1963 en el Carnegie Hall, cuando ya se arrodillaban ante él. Atención a la escalofriante interpretación de ocho minutos de A Hard Rain’s A-Gonna Fall. Lo que no sabían es que pronto les decepcionaría al electrificarse. La pregunta con estos lanzamientos caros (unos 150 euros) es siempre la misma: ¿Merece la pena el sacrificio económico? Mucho, si se es un seguidor muy seguidor. Para los no tan fanáticos existen las plataformas y una versión reducida de un compacto doble por 28 euros.

Portada del disco ‘Drapaires poligoneros’, de Manolo García. – Manolo García, ‘Drapaires poligoneros’

¿Quién es? Vive Manolo García a sus 70 años una frenética actividad que no se recuerda desde sus tiempos de El Último de la Fila. En 2022 publicó dos discos y se puso a tocar en directo prácticamente hasta ahora, solo con un paréntesis por problemas de salud. Se encuentra preparando con Quimi Portet la gira de grandes recintos de El Último de la Fila en 2026 y ahora edita este disco de una hora y lo presenta en teatros. ¿Perder el tiempo? Quizá más adelante…

¿Es tan bueno Drapaires poligoneros? “Deberíamos dejar de correr, ralentizar nuestros pasos por el mundo, dejarle respirar. / Pensar en los recién llegados o en los que han de venir, reflexionar antes de seguir asfaltando”. Con ese sensato consejo inicia el disco Manolo García, otro álbum bueno del catalán. La base musical pertenece al pop rock, sin salirse apenas del bajo-batería-guitarra eléctrica, y los textos son largos, densos, con chicha, tocando muchas temáticas: lo positivo que puede ser un amor fugaz, el cuidado que le debemos a nuestro planeta, el sinsentido de los celos (“que nadie es de otros, que cada uno es de sí mismo”) o directamente dejando versos intrigantes: “Giré la llave de un grifo y salieron mariposas de metal”. ¿Una hora hemos dicho que dura? Pues se pasa muy rápido.

JOYA RESCATADA DEL MES…

Todos los meses recomendamos un disco que quizá quedó fuera del radar.

Portada del disco ‘14 Songs’, de Paul Westerberg. – Paul Westerberg, ‘14 Songs’ (1993)

¿Quién es? El cabecilla de The Replacements, uno de esos grupos que se pueden incluir en la sección: Grandes bandas que misteriosamente no triunfaron. Westerberg, hoy 65 años, lleva años con un perfil musical bajo. Reformó brevemente The Replacements en 2015, publicó en 2016 un álbum con la gran Juliana Hatfield y sus últimas apariciones han sido con seudónimos en la plataforma SoundClound. Pinta que debe estar muy harto de la industria musical.

¿Es tan bueno 14 Songs? Antes de este trabajo Westerberg obtuvo el mayor éxito de su carrera: fiel a una trayectoria extraña lo hizo con una banda sonora, la de Singles, la comedia romántica de la era grunge. Después publicó 14 Songs, su primer disco en solitario, álbum que atempera la furia de The Replacements, aunque algunas canciones podrían haber compuesto el repertorio de su exbanda. El músico de Minneapolis demuestra una indiscutible pegada para radiables temas de pop indie, así como también entrega alguna inspirada balada. Todo forma un atractivo compendio, un disco fantástico que el paso del tiempo no ha desgastado.