Hace tres años que Joan Manuel Serrat se retiró de los escenarios. Un adiós que ha tenido una excepción por una muy buena causa este sábado. El Teatro Principal de Mahón ha disfrutado del privilegio de ver en acción al Noi del Poble Sec. 

El vínculo de Serrat con esta ciudad enclavada en la isla de Menorca es muy íntimo porque allí pasa largas temporadas desde hace más de cuatro décadas ya que cuenta con una vivienda. Y también allí esparció las cenizas de su madre. 

El autor de Mediterráneo regresó por un día a la actividad artística para coronar la gala solidaria ‘Voces para una buena causa’, a beneficio de la Fundación Clarós y del siguiente objetivo: el tratamiento de pacientes, especialmente niños y niñas, con problemas de audición y malformaciones faciales. 

«Tengo un compromiso especial con este concierto, primero porque soy patrón de la Fundación Clarós y después porque lo hacen aquí, en mi casa, en Mahón, y en un teatro con el que he tenido tanta relación», aseveró Serrat en la presentación.

Y prosiguió: «Es una fundación que desarrolla una importante labor en los países subdesarrollados, países que sufren tantas dificultades en términos de salud y para los que bien vale la pena salir a cantar y ayudarles a recoger el dinero que tanta falta les hace». 

Serrat también justificó su decisión de volver a cantar para este acto tan excepcional: «En 2022 me retiré de los escenarios, pero no de la vida. Por desgracia, hay muchos agujeros que tapar en esta sociedad».

Durante una hora y cuarto, el noi del Poble-Sec desgranó, junto a Josep Mas ‘Kitflus’ y el guitarrista David Palau, buena parte de los éxitos que han marcado su carrera.

El cantautor abrió con la ‘Cançó de bressol’ que en 1967 dedicó a su madre y continuó con ‘Cançó de matinada’ y ‘De vez en cuando la vida’, antes de que la canción protesta ‘Para la libertad’ retumbara con fuerza.

Con un público entregado y su voz poderosa y cargada de emotividad, Serrat interpretó ‘Mo’, ‘Mediterráneo’ y ‘Aquellas pequeñas cosas’. Con formato de trío y en acústico, tomó la guitarra para retar a los «hombres de paja» que atormentan la vida y con quienes tiene ‘Algo personal’, y para lanzar el clamor ecologista de ‘Pare’ porque «están matando la tierra».

Cerró el concierto «golpe a golpe, verso a verso» con el ‘Caminante no hay camino’ de Machado y respondió a la petición del público para corear al unísono ‘Paraules d’amor’ y el ‘Me’n vaig a peu’ con el que se despidió del escenario.