David Serrano, el de musicales como «Hoy no me puedo levantar», «Grease» y «Billy Elliot», pero también el que escribió «El otro lado de la cama» o «Días de fútbol«, es un director de escena con un apego subrayado por Asturias, en general, y por Avilés en particular: sobre las tablas del teatro Palacio Valdés ha estrenado casi todos sus espectáculos desde que se puso a ello la primera vez. Y este viernes (20.00 horas) retoma su costumbre: las tablas del odeón avilesino acogen «Las amistades peligrosas», el drama que Christopher Hampton construyó a partir del epistolario ficticio del Vizconde de Valmont y la Marquesa de Merteuil que escribió Pierre Choderlos de Laclos antes de la Revolución Francesa. El sábado (20.30 horas) será el teatro Jovellanos, en Gijón, la primera plaza de una gira que se alargará en el tiempo y por todo el país.
Los vínculos de Serrano con Avilés comenzaron en 2014. Entonces, en mayo de aquel año, lo hizo sin música, ni baile, ni nada: sólo dos actores sobre las tablas y un texto de esos de relumbrón: Clara Lago y Diego Martín, por un lado, y David Ives haciendo de Leopold Sacher-Masoch, por el otro. Once años después, este viernes (20.00 h0ras), regresa con su particular drama del amor escondido, ese clásico que hizo gigantes a John Malkovich y Glenn Close cuando tocó seducir a la presidenta de Tourvel.
Forman parte del elenco de «Las amistades peligrosas» de David Serrano los actores Roberto Enríquez, Pilar Castro, Ángela Cremonte, Carmen Balagué, Ivan Lapadula y Lucía Caraballo. Pilar Castro es una de las actrices fetiche de Serrano –en cine y en teatro: estaba en «Buena gente», por ejemplo, que también se estrenó en Avilés, en el teatro Palacio Valdés–.
«A pesar de que la novela fue publicada en 1782, es un texto que habla sobre asuntos de máxima actualidad en nuestros días, como el abuso de poder, el consentimiento o de cómo el dinero consigue, desgraciadamente, comprarlo casi todo. Valmont y Merteuil, sus protagonistas, dos personajes fascinantes y ‘sin freno moral’ –tal y como los definió Jean-Paul Sartre–, no se alejan mucho de gente como Jeffrey Epstein y Ghislain Maxwell, por citar tan solo a dos de las celebridades que han participado en uno de los muchos escándalos que hemos conocido durante los últimos años», escribe Serrano en el programa de mano, de ahí que el espectáculo que plantea se aleje del vestuario de época (la original es la inmediatamente anterior a la caída de los Borbones y la elevación de la guillotina). Serrano opta por un tiempo sin marcar para contar el concurso de amor y mentiras y de su destrucción.
La última vez que estuvo Serrano en Avilés fue para estrenar «Un tranvía llamado ‘Deseo’». Ha repetido siempre que el escenario avilesino es tan fundamental que se sintió «raro», por ejemplo, cuando hizo «Los asquerosos» directamente en Madrid. Cuando tocó defender «Los universos paralelos» –salía Carmen Balagué, que está también en «Las amistades peligrosas»– afirmó tajantemente: «No es broma, yo si no estreno en Avilés no hago teatro». Y no fue por quedar bien. Esta de ahora es su décima vez en la ciudad.
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