El baloncesto español vive desde hace años una escasez evidente de tiradores puros. Sin embargo, quizá la solución tiene nombre y apellido y se forma lejos de nuestra fronteras, Rubén Domínguez, escolta gaditano de los Texas A&M, ha firmado un mes de noviembre absolutamente descomunal en la NCAA, despertando ilusiones y debates en torno a su posible papel en el futuro de la Selección Española.
El jugador de Puerto Real está en un auténtico estado de trance anotador que lo ha llevado a entrar en los libros de historia de los Aggies. Su producción desde el triple ha sido impactante: 23 de 47 intentos, lo que supone un 48,9% de acierto números al alcance de muy pocos especialistas universitarios.
Su mes de noviembre ha dejado actuaciones llamativas partido tras partido. Domínguez firmó 30 puntos con un brutal 10 de 13 en triples, además de otros encuentros con 12 puntos, con un 3 de 6 desde la línea de tres puntos, 10 puntos con un 2 de 6, también otro encuentro más flojo con solamente 10 puntos y un pobre 1 de 6 intentos y finalmente un partido de 18 puntos y un 4 de 7 en total desde el triple. En total, un noviembre que lo coloca entre los tiradores más letales del campeonato universitario estadounidense.
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A nivel general, Domínguez promedia 11,8 puntos por partido con un 40% en triples en este arranque de temporada, confirmando su evolución y madurez en el juego. Si bien siempre ha sido un jugador de rachas, pero su consistencia en las últimas semanas evidencia un crecimiento importante.
Hay que recordar que esta explosión de lanzamientos no es nueva, porque la temporada pasada en Liga Endesa con el Surne Bilbao Basket, ya protagonizó un partido con más de 30 puntos, demostrando que su capacidad anotadora es real. Ahora, en la NCAA, ha logrado incluso un hito mayor: 10 triples en su último partido, un registro reservado para tiradores de élite.
Su momento actual reabre un debate inevitable: ¿puede ser Rubén Domínguez el tirador que necesita Chus Mateo en la Selección Española? España lleva tiempo buscando un especialista fiable en el triple, y las características del andaluz encajan exactamente en ese perfil tan demandado por el baloncesto moderno.
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Quizá sea un tirador de rachas. Quizá aún no sea un jugador totalmente regular. Pero lo que nadie puede negar es que España necesita tiradores, Rubén Domínguez quiere serlo, un talento natural para castigar desde el perímetro y cambiar partidos. Si continúa creciendo en Texas A&M, su nombre podría empezar a aparecer muy pronto en las siguientes listas de Chus Mateo para los grandes compromisos de la selección española de baloncesto.