Nuevo castigo para Novo Nordisk. La empresa escandinava ha reconocido este lunes que una versión oral más antigua de su fármaco semaglutida no ha logrado su objetivo principal en los ensayos clínicos de fase avanzada que prueban si este medicamento puede retrasar el deterioro cognitivo en pacientes con Alzhéimer.
Tras el anuncio, las acciones de la compañía danesa han sufrido un nuevo castigo, llegando a caer más de un 12%, hasta 266,90 coronas, su precio más bajo desde el verano de 2021. Desde principios de año, los títulos pierden más de un 55% de su valor en medio de una grave crisis de Novo Nordisk, que está sufriendo una dura competencia en el segmento clave de los tratamientos anti-obesidad.
El castigo de Novo Nordisk, otrora estrella europea de los mercados financieros, contrasta con la fuerte subida de su rival estadounidense Eli Lilly que, a finales de la pasada semana, se convirtió en la primera compañía farmacéutica en sobrepasar la cota del billón de dólares en capitalización bursátil. Las acciones de la farmacéutica estadounidense se disparan un 36% este año tras subir un 32% en 2024, ante las perspectivas de crecimiento de sus medicamentos denominados GLP-1, empleados para tratar la obesidad y la diabetes.
En relación a las pruebas sobre el Alzheimer, Novo Nordisk ha señalado que los pacientes que han tomado el fármaco no han experimentado una progresión más lenta de su enfermedad, según una evaluación cognitiva. La empresa ha anunciado que suspenderá la extensión planificada de los estudios prevista para el plazo de un año.
En este sentido, los datos de los informes eran claves para Novo, puesto que la enfermedad de Alzhéimer supondría un nuevo e importante mercado para medicamentos GLP-1 como la semaglutida, tras su éxito en el tratamiento de la obesidad y la diabetes. Y todo en un área como el de los pacientes con Alzheimer, que tienen alternativas de tratamiento muy limitadas.
El fármaco en prueba es Rybelsus, un comprimido aprobado solo para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Tanto Rybelsus como Ozempic y Wegovy, se basan en el mismo principio activo, la semaglutida, un medicamento GLP-1. “Si bien la semaglutida no demostró eficacia para ralentizar la progresión de la enfermedad de Alzheimer, la amplia evidencia que la respalda continúa brindando beneficios a las personas con diabetes tipo 2, obesidad y comorbilidades relacionadas”, dijo el director científico de Novo Nordisk, Martin Holst Lange.
La compañía danesa está envuelta en una drástica reestructuración, que afecta tanto a la cúpula directiva como el consejo de administración, con el objetivo de salir de la crisis operativa en la que está inmersa. Dentro de sus últimos movimientos, Novo Nordisk abrió una guerra de opa con Pfizer por el control de la start-up estadounidense Metsera, que desarrolla nuevos medicamentos contra la obesidad. Finalmente, tras la presentación de distintas ofertas, Pfizer resultó vencedora, con un acuerdo que valoraba Metsera en más de 10.000 millones de dólares.