Tras una semana intensa, con las visitas de la tenista Paula Badosa o el cantante Alejandro Sanz, entre otros, La Revuelta y David Broncano regresan hoy lunes 24 de noviembre en directo y en abierto a partir de las 21:40 en La 1 y RTVE Play. Además, puedes disfrutar de todas entrevistas, secciones, actuaciones y programas completos en la plataforma digital de RTVE, donde puedes encontrar también el canal temático de La Revuelta, con emisión ininterrumpida de programas las 24 horas del día.
Si quieres asistir como público a las grabaciones del programa, puedes encontrar el formulario a través del siguiente enlace.
Paula Badosa arrasa en La Revuelta
No solo es la mejor tenista española y una de las mejores del mundo en la actualidad, también fue una de las invitadas que más juego ha dado en esta segunda temporada de La Revuelta. Paula Badosa habló de sus lesiones, de sus objetivos para la temporada 2026 y venció en un pulso a Broncano, tras regalarle unas zapatillas personalizadas con las palabras “puto amo”, demostrando la buena relación que mantienen como ex novios. Y, de paso, aprovechó la entrevista que el presentador había hecho a Rosalía para invitar a la artista a un entrenamiento de tenis y confesar que su canción favorita de Lux ha sido “La perla”, confirmando su reciente separación del también tenista griego Stefanos Tsitsipas.
Sexología con Cayetana Guillén Cuervo
La actriz, presentadora y presidenta de la Academia de las Bellas Artes de España Cayetana Guillén Cuervo visitó La Revuelta para hablar de su nuevo podcast sobre sexo “y otras cosas primordiales de la vida”. Y, una vez que ha logrado sanar gracias a la terapia la agresión sexual que sufrió a los seis años, ha conseguido reconciliarse con su sexualidad y vivirla de una manera mucho más positiva. En su entrevista con David Broncano explicó algunas cuestiones de sexología como la “brecha orgásmica” o los motivos por los que no existe diferenciación entre orgasmo vaginal y orgasmo clitoriano en las mujeres.
La Revuelta | Cayetana Guillén Cuervo: «Todos estamos medio rotos»