La Fundación ECO ha hecho público un comunicado para trasladar su inquietud por la reducción de una quinta parte del presupuesto para el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer. Denuncian que «esta medida supone un retroceso sanitario y social de gran calado en un momento en el que la sociedad europea afronta un aumento sostenido de la incidencia del cáncer, persistentes desigualdades en el acceso al diagnóstico y al tratamiento, y la necesidad de consolidar investigaciones e innovaciones que están transformando la atención oncológica».

Además, el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer «no solo es clave para la atención clínica personalizada en el ámbito diagnóstico-terapéutico, sino que constituye una plataforma esencial para la prevención y la salud pública, el cribado y la detección precoz, así como para mejorar la calidad asistencial, la rehabilitación y la calidad de vida a nivel individual y comunitario».

“Cualquier reducción en la inversión prevista pone en riesgo los avances logrados y limita la capacidad de responder eficazmente a uno de los principales desafíos sanitarios del continente. El compromiso político y financiero con la lucha contra el cáncer no es solo una responsabilidad sanitaria, sino también un imperativo social y económico que no admite demoras”, afirma Jesús García-Foncillas,
presidente de la Fundación ECO.

El cáncer constituye una prioridad de salud pública en Europa, con millones de nuevos diagnósticos cada año y un impacto creciente en términos de mortalidad, discapacidad y costes sociales. Ante esta realidad, la inversión en prevención, detección precoz, tratamiento y supervivencia ha demostrado mejorar los resultados clínicos y generar beneficios sostenidos para los sistemas sanitarios.

Las actuaciones de prevención primaria (desde el control del tabaquismo y del consumo de alcohol, hasta la promoción de estilos de vida saludables y la reducción de exposiciones ambientales carcinógenas) constituyen uno de los pilares del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer y han demostrado ser altamente coste-efectivas para los sistemas sanitarios.

Del mismo modo, el apoyo firme a la investigación y la innovación es esencial para que Europa mantenga su liderazgo en terapias avanzadas, medicina de precisión, ensayos clínicos y desarrollo de nuevas estrategias diagnósticas y terapéuticas. La estabilidad presupuestaria es clave para consolidar estos avances y ofrecer garantías a pacientes, profesionales e instituciones comprometidos con mejorar la vida de quienes se enfrentan a esta enfermedad.

“El recorte anunciado no solo compromete la capacidad de los Estados miembro para desplegar las medidas de prevención, promoción de la salud y control del cáncer previstas en el Plan, sino que también limita el fortalecimiento de los sistemas sanitarios y de salud pública para reducir desigualdades. Además, envía un mensaje muy preocupante a la comunidad científica, asistencial y de salud pública, que ha demostrado el valor de las políticas coordinadas a escala europea no solo para el control del cáncer, sino para reforzar la resiliencia de nuestros sistemas sanitarios frente a futuras crisis. Europa no puede permitirse dar un paso atrás en un ámbito en el que, además, ejerce un liderazgo de referencia a nivel global”, apunta José María Martín-Moreno, director de Políticas Sanitarias Europeas y Globales de la Fundación ECO.

Por todo ello, desde la Fundación ECO instamos a las instituciones europeas a reconsiderar esta decisión y a mantener íntegro el compromiso adquirido con los pacientes oncológicos y con la sociedad en su conjunto. La lucha contra el cáncer requiere continuidad y una financiación acorde con la magnitud del desafío; renunciar a ello implica aceptar un escenario en el que la innovación avanza de forma desigual. Europa necesita políticas de salud capaces de situar a las personas en el centro, reducir desigualdades y proteger la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. El Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer es una herramienta estratégica para lograr estos objetivos, y su financiación debe reflejar esa relevancia.

Bajo estas premisas, la Fundación ECO reafirma su compromiso de colaboración con las autoridades europeas, nacionales y autonómicas para fortalecer las políticas de control del cáncer y garantizar que cada paciente reciba la mejor atención posible. El cáncer, punta de lanza de la lucha frente a otras enfermedades crónicas como las cardiovasculares, respiratorias o la diabetes, exige proteger y reforzar el presupuesto destinado a su control, una responsabilidad institucional que condicionará el futuro de millones de ciudadanos europeos.

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