Se plantaba el Sevilla en el RCDE Stadium con una formidable racha de casi nueve años, de 12 enfrentamientos, sin caer ante un Espanyol que, a corto plazo, traía dos derrotas consecutivas. Pero todo se revirtió una noche en que los pericos tejieron y destejieron cual Penélope, de una horrenda primera mitad al 2-0 y de ahí al autogol que mantuvo la emoción hasta el final. Suman los blanquiazules 21 puntos, igualados paradójicamente con el eterno y próximo rival sevillista, el Betis, que es quinto, y se frenan los de Almeyda tras su victoria ante Osasuna previa al parón.
Entró en juego el Espanyol tan ofensivo como había anticipado Manolo González en la víspera, con un chut con la diestra de Carlos Romero en el primer minuto, una rosca de Kike García a los tres y, sobre todo, un contraataque tres contra uno clarísimo que Pere Milla falló ante Odysseas, transcurridos apenas seis minutos. Pero la falta de puntería y especialmente una serie de pérdidas groseras en la elaboración despertaron al Sevilla. Porque los pericos pasaron a ser ofensivos, pero de otra manera.
Justo antes del minuto 16, con aplausos generalizados en recuerdo de Antonio Puerta que se sucedieron sobre Dani Jarque en el 21, como siempre, asestó un derechazo Akor Adams sin pensárselo, que tuvo que rechazar a córner un Dmitrovic a quien se le complicó la noche obligado a estirarse ante un cabezazo de Peque, autor también de un disparo al palo.
Peque cabecea, Dmitrovic ataja.GORKA LEIZA
Se había disipado el espumoso arranque del Espanyol, con la titularidad de un Terrats que solo había sido de la partida en la primera jornada, contra el Atlético de Madrid, y se adueñaba del control el Sevilla de Almeyda, quien había optado también por algún titular poco habitual, casos de Castrín y de un Januzaj que a los 25 minutos daba el susto, tocándose los isquiotibiales tras una intrascendente falta. A la media hora tuvo que retirarse lesionado y entre lágrimas, en una imagen de absoluto desconsuelo.
Trascendental fue también el esférico que rebañó Cabrera ya en el área pequeña a Adams, justo cuando el nigeriano se plantaba ya completamente solo ante Dmitrovic. Aunque, para jugada que pudo decantar el encuentro, la poderosa internada de Vargas, que se zafó de Omar, Urko y Calero antes de caer en el área, fruto de un choque de caderas con el lateral diestro perico. No estimó Sesma Espinosa que fuera penalti, y eso que lo pareció.
La decisión no solo no encogió al Sevilla sino que lo agigantó aún más. De ello pudo dar fe el portero del Espanyol, que además de estrenar paternidad protagonizó la parada padre, con el pie, a desmano, en un trallazo de Suazo. Y que acto seguido frenó de nuevo a Adams en el palo corto. Un cabezazo flojo de Kike García que Odysseas detuvo sin ninguna dificultad fue todo lo que los blanquiazules pudieron ofrecer como respuesta antes del descanso.
Kike García, con Castrín.GORKA LEIZA
Quién le iba a decir a ese Espanyol que casi deambulaba como alma en pena sobre el terreno de juego que reaparecería avanzándose en el marcador, a los tres minutos de la reanudación, con un formidable centro de Dolan con la zurda al que reaccionó con exquisitez Pere Milla, girando el cuello y cabeceando el balón como si lo tocara con el empeine, colocándolo justo donde quería en las mallas de Odysseas.
Si la suerte cambió drásticamente para los pericos, también lo hizo para el Sevilla, con una nueva lesión fortuita, la de Vargas, quien igual que Januzaj tuvo que abandonar el césped antes de tiempo. Y precisamente el recambio del belga, Ejuke, trató de inquietar a Dmitrovic con un tiro lejano que se marchó cerca del palo izquierdo del serbio. Y, minutos después, con una vertiginosa acción individual que terminó en córner.
Dominaba sin embargo el Espanyol, renovado en la segunda mitad, hasta que decidió Almeyda completar tres cambios de una tacada, con la entrada de Gudelj y los recuperados Agoumé y Alexis Sánchez. Antes había ingresado Alfon, quien se tomó la licencia de ir avanzando metros sin oposición, hasta asestar un zambombazo desde la frontal que repelió como pudo el omnipresente guardameta serbio.
El gol en propia meta de Cabrera.Gorka Leiza / Diario AS
Sustituciones también realizó Manolo, como la aparición de un Roberto Fernández que aprovechó una pérdida del Sevilla, una recuperación de Cabrera, para anotar un golazo que, en el minuto 85, parecía la sentencia. Nada más lejos de la realidad: el propio Cabrera, el propio Espanyol, se empeñó en sufrir hasta el final, con un tanto en propia meta en un córner tras una buena peinada de Marcao hacia atrás.
Seis minutos se añadieron, aunque fue ya transcurrido ese tiempo cuando cometió Pol Lozano una discutida falta en el borde del área perica, que provocó el estallido de cualquier tensiómetro y que sirvió Alexis para cedérsela a Gudelj. Pero el chut impactó en la defensa, con una posible mano que mantuvo el suspense hasta el último instante. Con todo, supera el Espanyol la barrera de los 20 puntos, empata con el Betis en la quinta posición y amplía la distancia con un Sevilla irregular, que acaso mereció más pero no lo supo encontrar.
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Cambios
Chidera Ejuke (33′, Adnan Januzaj), Alfon González (53′, Rubén Vargas), Pol Lozano (61′, Edu Expósito), Roberto Fernández (61′, Ramon Terrats), Nemanja Gudelj (70′, Batista Mendy), Alexis Sánchez (70′, Peque Fernández), Lucien Agoumé (70′, Djibril Sow), Jofre Carreras (73′, Kike García), Charles Pickel (73′, Pere Milla), Antoniu Roca (87′, Tyrhys Dolan)
Goles
1-0, 47′: Pere Milla, 2-0, 83′: Roberto Fernández, 2-1, 85′: Marcao
Tarjetas
Arbitro: Miguel Sesma Espinosa
Arbitro VAR: Valentín Pizarro Gómez, César Soto Grado
Edu Expósito (49′,Amarilla), Pere Milla (70′,Amarilla), Roberto Fernández (84′,Amarilla), Andrés Castrín (93′,Amarilla), Pol Lozano (96′,Amarilla)