Rafael de Cárdenas transforma una casa adosada en el hogar ideal para una familia numerosa

«Cada proyecto es una oportunidad de hacer algo que no hemos hecho antes», dice el arquitecto y diseñador de interiores Rafael de Cárdenas, reflexionando sobre la casa adosada de piedra rojiza del Upper East Side (Nueva York) que su empresa acaba de terminar. Este encargo podría haberse solucionado fácilmente. De Cárdenas ya había trabajado varias veces para los clientes, una familia numerosa que regresaba a la Gran Manzana tras una temporada en Texas y confiaban totalmente en su gusto. Además, la casa de seis plantas requería muy poca intervención estructural. Un diseñador menos ambicioso se habría limitado a elegir una nueva paleta de colores, acabados, muebles, y listo. Pero de Cárdenas vio la oportunidad de desafiar sus expectativas y las de sus clientes. «Dada nuestra trayectoria con ellos, teníamos carta blanca», reflexiona. «No creo que esto fuera lo que esperaban».

Rellano de escalera de casa adosada con mesa y sillas de madera

En el vestíbulo, una mesa de Osvaldo Borsani, de Veneziani Arte, está rodeada por sillas de madera de Antonio Gaudí, en Maison R&C.

Del minimalismo de Calvin Klein al diseño de interiores

El trabajo de De Cárdenas suele gravitar hacia espacios limpios y elegantes, definidos por materiales nobles, muebles escultóricos y referencias al glamour de los 80 y al minimalismo de los 90, influencias que perfeccionó mientras trabajaba como diseñador en Calvin Klein antes de dedicarse a la arquitectura y el interiorismo. Esta renovación, sin embargo, se inspiró en una fuente mucho más lejana en el tiempo. «Encontré un estampado medieval del siglo XV», dice, describiendo el motivo floral estampado que encontró en un libro antiguo. «Me obsesioné con este motivo y con que el espacio pareciera histórico sin serlo demasiado. Me costó mucho, porque no es mi estilo de diseño. Pero quería que funcionara«.

Comedor en tonos empolvados con chimenea

El romántico papel pintado con estampado floral, adaptado de un libro de patrones medievales y realizado por Callidus Guild, marcó el tono del comedor y de toda la casa. Las sillas de Jules Leleu de los años 30, tapizadas en tela de Sabina Fay Braxton con bordados de Lesage, rodean una mesa de comedor de falso pergamino hecha a medida. Una silla auxiliar de Carlo Bugatti de 1905 y una consola de Osanna Visconti, de la Galería Nilufar, acompañan a una araña de Paavo Tynell, en Jacksons de los años 50, que sirve de luminoso punto focal de la estancia.

Y así empezó todo…

Reimaginó el estampado centenario en un revestimiento mural personalizado creado en colaboración con Callidus Guild. «Se convirtió en la base del comedor«, explica. «Y el comedor inspiró el resto de la casa». El espacio, ornamentado en capas, cuenta con una mesa personalizada de falso pergamino, una consola de Osanna Visconti, una lámpara de araña de Paavo Tynell de los años 50 con delicados detalles botánicos y sillas de Jules Leleu, de los años 30, tapizadas en tela rosa de Sabina Fay Braxton con bordados personalizados de la Maison Lesage de París, cuyos artesanos trabajan para las casas de alta costura.