Bahar y Evren han coincidido en la incubadora del bebé que acababa de nacer en el hospital. Los dos han mirado al recién nacido con cariño y, en ese momento, Bahar ha comentado que el padre del niño, al verlo, por fin había entendido que era su hijo. Que su rabia no venía del rechazo, sino del miedo.

Esas palabras han tocado a Evren, que se ha visto reflejado. Ha admitido que él también siente ese miedo: no por ser padre, sino por temer convertirse en un hombre cobarde que no asume lo que le toca.

Bahar ha intentado calmarlo y le ha dicho que él no es ese tipo de persona. Pero Evren, muy afectado, ha reconocido que su interior le dice lo contrario. Sintiendo que ha hecho daño a dos mujeres en su vida, Evren incluso se ha comparado con el doctor Aziz, el padre de Timur, pero Bahar ha sido clara: la diferencia es que él sí va a hacer lo correcto.

Evren se ha quedado callado. Sabe que Bahar tiene razón y que ya no puede seguir evitando la verdad.