Debbie Truckermiller, jugadora ocasional del Powerball, mientras estaba en la tienda Giant, municipio de Exeter, decidió comprar un billete de lotería que acabaría siendo el ganador de un millón de dólares. El máximo premio que podía obtener era de 400 millones de dólares o 190,7 millones en efectivo.
Esta mujer, una vez compró este billete, siguió con su vida hasta que, dos días después, mientras estaba fregando los platos, vio algo en Facebook que le recordó revisar si había ganado el premio.
Cuando lo miró y vio que coincidía con cinco de las cinco bolas blancas sorteadas no dejaba de gritar a su marido, mientras que este, incrédulo, simplemente le pedía que le diera un minuto porque tenía que ponerse las gafas.
Destino del dinero
Ahora tenían que pensar en cómo gastar este gran premio, pero parece que ella lo tenía claro desde un primer momento, dado que al compartir esta historia dijeron que las ganancias serían destinadas a “ayudarles a pagar algunos préstamos estudiantiles”.
Además, también realizarían “algunas renovaciones, vacaciones e inversiones”. Este dinero también sería utilizado para ir a ver a su equipo favorito: los Eagles.
Drew Svitko, director ejecutivo de la Lotería de Pensilvania, en un comunicado dijo: «En nombre de la Lotería de Pensilvania, estamos encantados de celebrar la victoria de Debbie. Durante la temporada de donaciones, estamos orgullosos de ver cómo los ingresos de la Lotería ayudan a proporcionar comidas, transporte y servicios esenciales para las personas mayores“.
Esta mujer no fue la única afortunada en recibir dinero, dado que la tienda donde se compró el billete recibió un bono de 5.000 euros.
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