El gran foco de la jornada se traslada a Londres. El Barça de Hansi Flick visita Stamford Bridge para medirse al Chelsea en la quinta jornada de la nueva fase liga de la Champions (21.00h). Con el nuevo formato, los azulgrana llegan a la cita en la zona noble de la clasificación general pero sin margen para el despiste: suman 7 puntos en cuatro partidos y un tropiezo podría sacarles momentáneamente del top-8, que da acceso directo a los octavos de final. El Chelsea, en clara línea ascendente tras reaccionar a su mal inicio europeo, también acumula 7 puntos y ve el duelo como una oportunidad para dar un golpe de autoridad en casa. Marc Cucurella, viejo conocido de la casa, ya ha avisado: «La clave será quitarles la pelota; no es un Cucurella-Lamine, es un Chelsea-Barça». Flick afronta el choque sin el todavía lesionado Pedri, pero con la inspiración de Lamine Yamal y la obligación de mejorar una fragilidad defensiva que quedó al desnudo en el 3-3 de Brujas. Stamford Bridge se presenta como el examen perfecto para medir si este Barça está listo para competir de verdad con la élite europea.

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La portada SPORT de este martes / SPORT.es

La vida en el banquillo del Bernabéu nunca fue fácil, pero Xabi Alonso está descubriendo la versión más áspera del cargo. El técnico, que arrancó la temporada con un Real Madrid arrollador, llega al parón de selecciones de noviembre con más dudas que certezas. En pocas semanas los blancos han encadenado varios tropiezos sonados, con derrotas en Champions y en Liga que han encendido todas las alarmas. Todo ello después de un inicio en el que se le presentaba como el arquitecto de la “nueva era” blanca. Aunque el Madrid sigue en la parte alta de la tabla tras imponerse al Barça en el Clásico, el desgaste interno es evidente. Parte del vestuario cuestiona ya algunas decisiones tácticas del tolosarra y le reprocha haber pasado de las ideas valientes del inicio a un plan mucho más rígido. El propio Alonso ha admitido que las últimas derrotas «duelen» y que el equipo debe reencontrarse. El margen de error, en Chamartín, es mínimo.

El ruido institucional tampoco da tregua. En la asamblea del Real Madrid, Florentino Pérez defendió la creación de una sociedad filial del club para vender hasta un 5-10 % a un inversor externo, y aprovechó su discurso para cargar con dureza contra el Barça por el ‘caso Negreira’ y por la gestión económica azulgrana. Las palabras del presidente blanco han tenido réplica inmediata en el entorno culé, especialmente desde el movimiento opositor “Nosaltres Barça”, liderado por Víctor Font y en el que Jaume Guardiola se ha convertido en una de las voces más influyentes. El ex CEO del Banc Sabadell, que recientemente afirmaba que «no le cuesta imaginar» ganar unas futuras elecciones a Joan Laporta, insiste en reivindicar el modelo de propiedad 100 % de los socios y en blindar al Barça frente a cualquier tentación de abrir el capital del club, justo lo contrario de la vía que explora el Madrid.

En clave perica, la portada celebra algo más que tres puntos. El Espanyol volvió a sonreír ante un Sevilla combativo al que doblegó por 2-1 en el RCDE Stadium. Pere Milla y Roberto firmaron los goles locales, mientras que Marcao recortó distancias para un Sevilla que apretó hasta el final. La victoria rompe una larga racha sin ganar a los andaluces y consolida a los de Manolo González en la zona alta de la tabla, peleando de tú a tú con Betis y Athletic por las plazas europeas. Más que un triunfo aislado, en Cornellà se interpreta como un punto de inflexión tras varias semanas de dudas.

Lionel Messi sigue jugando a otra cosa. El argentino firmó una actuación colosal en Ohio: un gol y tres asistencias en el 0-4 de Inter Miami sobre el FC Cincinnati, resultado que mete al equipo en su primera final de la Conferencia Este de la MLS. A sus 38 años, Messi acumula ya cifras de videojuego en estos ‘playoffs’ y vuelve a colocarse como claro candidato al MVP de la temporada. El triunfo, además, le permite seguir engordando unos números históricos de goles y asistencias que ya parecen inalcanzables. Miami, reforzado con viejos conocidos del barcelonismo como Busquets, Jordi Alba o Luis Suárez, esperará ahora rival en la final, pero la sensación es clara: el sueño de levantar la MLS nunca estuvo tan cerca para el capitán eterno del Barça.