Actualizado Martes,
25
noviembre
2025
–
01:37
El menú del día siempre ha sido un gran incentivo para elegir un restaurante, combinando precio, variedad y calidad a la hora de decidir dónde comer. Sin embargo, cada vez resulta más caro y los comensales buscan alternativas. En el último año su precio apenas ha subido un 1,5%, hasta situarse en 14,20 euros, pero en la última década se ha incrementado casi un 22%, frente a los 11,7 euros que costaba de media un menú completo de primero, segundo y postre.
Este aumento moderado se mantiene claramente por debajo del IPC, que cerró el ejercicio en un 3,1%, y resulta aún más llamativo frente al encarecimiento de varios alimentos básicos, como huevos, carne de vacuno o café, que han subido a doble dígito. El sector ha mostrado así una notable resistencia en un contexto marcado por costes crecientes y márgenes cada vez más ajustados. Aun así, el 10% de los restaurantes se ha visto obligado a elevar sus tarifas en torno al 4%, ligeramente por encima de la inflación, para afrontar gastos como el incremento del coste de insumos, electricidad, alquileres o cuotas de autónomos, mientras que tres de cada diez establecimientos han mantenido sus precios. Para ello, muchos restaurantes han necesitado de una profunda reestructuración interna y soluciones como adaptar sus menús para amortiguar el impacto de los ingredientes más caros, sustituyendo ciertos alimentos como la carne de ternera -hoy un 16,5% más cara que hace un año- por otras alternativas más económicas.
Mantener el precio del menú del día ha obligado a muchos restaurantes a una reestructuración profunda. Los hosteleros han adaptado sus menús para amortiguar el impacto de los ingredientes más caros, sustituyendo ciertos cortes de vacuno por alternativas más económicas. También han reforzado las propuestas de medio menú y formatos ejecutivos, más flexibles para el bolsillo del comensal, y han concentrado su actividad en los momentos de mayor afluencia, recortando servicios en franjas de baja demanda para reducir costes de personal y energía. Además, la evolución del comportamiento del consumidor hacia elecciones más prácticas y económicas, junto al impulso del turismo, ha ayudado a mantener la demanda estable, según el informe publicado ayer por Hostelería de España en colaboración con Edenred.
Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España recuerda que el menú del día sigue siendo «un recurso accesible para miles de trabajadores, un paréntesis en jornadas cada vez más exigentes que ofrece una alternativa saludable y sostenible basada en productos de temporada y platos tradicionales».
El informe identifica a Canarias, Asturias, Andalucía y Murcia como las comunidades más asequibles, con menús que rondan entre 13 y 13,4 euros, mientras que Baleares, el País Vasco y Cataluña presentan las cifras más altas y superan con facilidad los 15 euros.
Pero no son solo los precios y los costes lo que preocupa a la patronal. El sector también se enfrenta a otras amenazas, como los platos preparados, que podrían restar clientes, especialmente según la zona. «Cada vez se cocina menos. Los supermercados venden menos productos crudos y más alimentos listos para consumir. Además, muchos establecimientos ya incluyen su propia zona de servicio para que el cliente pueda comer», explica Gallego. Aun así, mantiene un tono optimista: «No se puede competir contra la calidad y la experiencia que ofrece ir a un restaurante donde te sirven la comida».
