David Broncano (40 años) apuesta por mantener su vida privada en un segundo plano. Solo hace falta echar un vistazo a su cuenta de Instagram para darse cuenta de ello. Acumula más de 616.000 seguidores, pero solo tiene una publicación del año 2020. Pese a esto, el presentador no se esconde. Comparte algunos detalles de su círculo más cercano y anécdotas con sus invitados de ‘La Revuelta’. Como la historia que le contó a Alejandro Sanz (56 años).
Con el cantante se sinceró sobre las dudas que siempre ha tenido su abuela. «Ya llevaba yo unos años trabajando en esto, aunque no tanto como ahora, pero llevaba unos años que ya se veía que hombre, un mínimo… Y mi abuela me decía: ‘¿Pero te han pagado?», le adelantaba.
La abuela de David Broncano no terminaba de creer que su nieto se estuviera ganando la vida «con la broma». «Yo le decía: que sí, abuela. Y ella me decía: ‘¿lo has mirado en el banco?'», le insistía. Para que la señora fuera consciente de que sí que ocurría, el cómico accedía a enseñarle los movimientos bancarios: «Y cada vez, ella, para ver que su nieto se estaba ganando la vida con la broma, pues yo le enseñaba el móvil para que viese la nómina. Porque ella decía: yo hasta que no lo vea ahí en el banco…porque eso que haces yo no tengo claro que…».
Alejandro Sanz cuenta que lo último que su madre que fuese era artista: «Nunca entendió muy bien a qué me dedicaba»
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La madre de Alejandro Sanz no fue a demasiados de sus conciertos. La recuerda en uno en Sevilla y durante su primera actuación en el Estadio Vicente Calderón
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La abuela de David no es la única que ha tenido dudas. La madre de Alejandro Sanz también tenía muy claro si lo suyo era suficiente para ganarse la vida. «Si mi madre me ponía en duda a mí, que yo sí tengo un trabajo de verdad, imagínate tu abuela», le espetaba entre risas. «Mi madre nunca supo muy bien a qué me dedicaba yo. Ella, lo último que quería que yo fuese era artista. Entonces, yo a mis amigos les decía siempre: decidle que robo bancos o lo que sea, pero no le digáis que soy artista que se va a llevar un disgusto», apuntaba.
No fue a demasiados conciertos. No entendía muy bien a qué se dedicaba, «tampoco se lo creía«. «Le digo: mamá, me han pagado tanto o tal… o te voy a comprar la peluquería esa que querías… Y me decía: anda ya, chiquillo, que te van a pagar a ti», recordaba. Alejandro Sanz solo la recuerda en uno de sus conciertos en Sevilla y en el primero que dio en el Estadio Vicente Calderón. «Le daba como miedo que me saliera un gallito o algo», confesaba. Durantela actuación, le pusieron una cámara delante para que pudiese verla todo el rato: «Era muy graciosa porque estaba mandando callar a todo el mundo, mandando callar al estadio. Cuando yo cantaba, decía: mi niño está cantando».
Así gestiona la familia de David Broncano su fama
Hace un año, David Broncano estaba en el centro mediático. La irrupción de ‘La Revuelta’ en la parrilla televisiva dio mucho de qué hablar. Por primera vez en años, un formato estaba compitiendo de tú a tú con ‘El Hormiguero’. «Más presión que el año pasado posiblemente no vuelva a tenerla nunca en toda mi trayectoria. Después de lo que pasó el año durante meses, creo que ya eso me va a dar igual en el sentido del foco mediático«, explicaba a Lecturas antes del inicio de temporada.
David Broncano ha conseguido posicionar ‘La Revuelta’ como uno de los espacios más cotizados por los artistas de moda, como Rosalía
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Broncano preferiría trabajar de lo que trabaja y encima ser anónimo, «pero es que eso es imposible»: «Así que como me gusta hacer lo que hago, acepto la fama con gusto. A la familia le afecta más que a uno mismo. Mi familia sí que se inquieta con muchas cosas pero poco a poco hablándolo se le va pasando». Algunos de estos hechos a los que se refiere son las visitas que en ocasiones reciben sus padres en su casa de Orcera, Jaén. «A veces va gente, con buena intención, que va a casa a lo mejor un chico de Córdoba que su hijo tiene un concesionario de coches a preguntarles que si voy a la inauguración», relataba en el programa. Tras esto, hacía una petición: «Recomiendo a la gente que no vaya a casa de mi madre, pero que vaya a la panadería del Tote».