La etapa decisiva del Tour de Francia 2026 podría sufrir cambios de últimahhora. La inclusión del Col de Sarenne —la vertiente más salvaje y delicada del Alpe d’Huez— como última ascensión de la vigésima jornada ha encendido las alarmas entre vecinos y defensores del entorno. Una petición en Change.org ha superado ya las 6.000 firmas, poniendo en duda el plan original diseñado por ASO para el gran desenlace de la carrera.
La protesta, impulsada por Matthieu Stelvio, carga contra el impacto que tendría la llegada masiva de público y el despliegue televisivo en una de las zonas más preservadas de los Alpes. En el texto, el autor alerta de que los helicópteros podrían alterar la fauna —especialmente las aves que anidan en la zona— y que el tránsito de espectadores, vehículos y estructuras efímeras dañaría un ecosistema considerado frágil y único.
Una etapa por decidir
No es la primera vez que Stelvio se moviliza. Hace doce años reunió 12.000 firmas para evitar que el Tour utilizara Sarenne como descenso en una etapa con doble paso por Alpe d’Huez. La organización siguió adelante entonces sin incidentes reseñables, pero esta vez la presión vuelve a aparecer justo cuando el recorrido 2026 había sido celebrado por su carácter mítico: tres etapas en España, los Vosgos, doble Alpe d’Huez y final en Montmartre.
El Col de Sarenne solo ha sido ascendido una vez en competición de primer nivel, durante la etapa reina del Critérium del Dauphiné 2017. Ahora, su posible regreso como juez del Tour 2026 abre un debate que mezcla tradición ciclista, impacto ambiental y el desafío de recibir —como teme la petición— a un millón de aficionados en una montaña que siempre ha presumido de paz.