La historia de vida de cada persona tiene detrás dificultades y momentos duros, pero algunas llaman la atención por encima de otras por diferentes motivos, como lo inusual de algunos casos y la emotividad que conllevan.

Es lo que ha ocurrido con Marouane Chhaby Braik, marroquí de nacimiento que ahora es Policía Local en España. En el proceso para llegar a lo que es hoy en día, Marouane reconoce haber atravesado momentos muy complicados, pues entró a nuestro país de manera irregular cuando aún era menor.

Él mismo ha relatado su historia de vida en un vídeo que se ha proyectado en el acto por el Día de la Festividad de la Policía Local de Sevilla, cuerpo al que pertenece ahora Marouane, donde se le ha dado reconocimiento por lograr su sueño de pertenecer al cuerpo y superar una oposición.

De padre pasteletro y madre ama de casa

Tal como se cuenta en dicha pieza audivisual compartida por EFE, Marouane vivía en Kinetra, ciudad que se encuentra a unos 30 kilómetros de Rabat, donde su padre trabaja como pastelero y su madre es ama de casa. El joven policía recuerda que su deseo era salir de Marruecos y mudarse a España para tener un mejor futuro, por lo que hizo varios intentos de llegar hasta nuestro país siendo menor.

Un día, se escondió bajo un autobús hasta Tánger y al final consiguió, también metido debajo de un camión, colarse en un barco que cruzaba hasta el puerto de Algeciras. Por fin había llegado a España. Al darse cuenta de que había cruzado la frontera, Marouane reconoce que se le saltaron las lágrimas.

Pasó por dos centros de menores

Una vez llegaron a tierra, cuenta que ocurrió lo siguiente: «Nada más llegar me cogió la Policía, me trasladaron un centro de menores y, al tiempo, como ya llegaban muchos menores, me trasladaron a otro centro de menores en Sevilla». Tras cumplir los 18 años cuenta que, por su buen comportamiento le concedieron poder vivir en un piso de la administración pública, donde convivió con personas que antes habían estado tutelados también.

«Como ya llegaban muchos me trasladaron a otro centro de menores en Sevilla»

Después de acabar la eso, Marouane cuenta que tuvo que buscar una alternativa y pidió ayuda a los Salesianos, que le acogieron para vivir con ellos junto a otros jóvenes. «Quieren el bien, te empiezan a enseñar, empiezan a preocuparse porque realmente nadie se preocupaba por ti», confesaba.

De los bajos de un camión en Tánger hasta ser policía en Sevilla

Gracias a la buena acogida y las oportunidades que le dieron, además de su esfuerzo, el joven marroquí cuenta que pudo alcanzar su meta de prepararse para ser Policía Local y conseguir una plaza, sincerándose por los dos momentos más destacados de su vida:

«Yo me he emocionado realmente dos veces: cuando yo estaba debajo debajo del camión, se metió en el barco porque ya pasó todos los controles, me emocioné tanto que me puse a llorar. Y cuando me han llamado para decirme que acababa de aprobar una oposición me vino en mente ese mismo recuerdo», se sinceraba entre lágrimas.

Así, desde la Policía Local de Sevilla reconocían la historia de superación de Marouane y daban la bienvenida a 75 nuevos agentes, entre ellos el marroquí, poniendo en valor haber podido superar todas las pruebas pertinentes.