El ciclista belga Wout Van Aert ya mira a la temporada 2026 en las que, un año más, las clásicas de primavera se perfilan como uno de sus grandes objetivos para él y para el equipo Visma – Lease a Bike.

Un Van Aert que cerró un 2025 en el que se quedó a las puertas del podio en pruebas como el Tour de Flandes, la París-Roubaix y la Amstel Gold Race y antes de convertirse en pieza clave para Simon Yates en su conquista del Giro de Italia (antes ganó la dura etapa del sterrato en Siena) y de ser uno de los pocos ciclistas en batir a Tadej Pogacar en este 2025 tras su durísimo ataque en Montmartre para ganar en solitario en los Campos Elíseos de París en el Tour de Francia.

Un Van Aert que este martes, en compañía de los ciclistas Timo Kielich, (fichado por el Visma – Lease a Bike para 2026), Aldo Taillieu y Matisse Van Kerckhove (estos dos últimos del filial del Visma) no dudó en reconocer alguno de los tramos míticos de la París-Roubaix, carrera en la que el belga fue segundo en 2022 y tercero en 2023.

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Van Aert completó una salida de 95 kilómetros con casi tres horas de duración en una especie de circuito en el que rodó varias veces por algunos de los tramos más míticos del ‘Infierno del Norte’ como Camphin-en-Pévèle o el Carrefour de l’Arbre, el último tramo cinco estrellas de dificultad de la carrera. Un Carrefour de l’Arbre que Van Aert examinó meticulosamente ya que empleó casi más de 15 minutos en cada uno de sus pasos por este tramo donde Van Aert podría lanzar su ataque para conquistar su primera París-Roubaix en 2026.

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